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La noche continuó, con platicas de batalla que habían vivido cada integrante de aquel nuevo aquelarre que se había creado para la batalla que se acercaba.

Evangeline estuvo un buen rato escuchando la conversación, disfrutaba de la sensación de calidez que se había generado con todos aquellos vampiros una sensación que hacía tantos años no sentía y apostaba que muchos de los que estaban a su alrededor tampoco habían experimentado en mucho tiempo.

Pero su atención fue hacia la tienda que estaba algo alejada de todos ellos, Bella acariciaba con cariño a la pequeña Renesmee, sabía del sentimiento de tristeza y miedo que invadía el corazón de Bella, la nueva vampira había caído en cuanta de la batalla que se acercaba, que no solo sería una pelea, no sería una guerra una guerra donde ella vería a gente que ama fallecer, vería con impotencia como el enemigo acababa con su gente.

Y sobre todo que quizás, ella misma podría caer en batalla.

Realmente quería darle la seguridad de que nada pasaría, que mañana todos saldrían bien y que no tenía por qué despedirse de Renesmee. No podía nadie podría.

- ¿Ángel? -, la voz de Garrett el saco de su retardo -, ¿estás bien?

- Si, solo algo de sentimiento antes de la batalla, sabes de lo que hablo -, la pelirroja se recargo aún más en el pecho de Garrett, el cual la abrazaba con firmeza.

-No debes temer mi vida, siempre y cuando recuerdes todo lo que te enseñe

-Eres demasiado confiado

-No lo soy, se del infierno que son las batallas. Pero te conozco Ángel y se de tus habilidades de combate, se que no entras en combate con las manos vacías.

-Será un gran día mañana -, aquella voz distrajo a ambos amantes, la voz de Adam atrajo la atención de todos, ya que el corto tiempo desde que había llegado no había interactuado con muchos de los vampiro -, Hablamos que el clan de los Vulturi, por fin de décadas temen y el temor trae cambio.

-O simplemente muerte -, Vladd y su pareja realmente deseaban, que aquello se cumpliera vengar a su gente y terminar con el gobierno del clan Vulturi.

-Cualquiera que sea el resultado, deben sentirse afortunados, han logrado algo que muchos de nosotros jamás pensamos vivir-, Adam sonrió a Carlisle.

-Gracias por decirme viejo amigo -, todos a su alrededor rieron.

-Somos viejos, no podemos negarlo -, el pelinegro sonrió.

- ¿Qué hay de ti Adam? -, Evangeline sintió como Garrett la abrazaba aún más fuerte, al hacerle aquella pregunta directamente al pelinegro.

- oh My Lady no quiero aburrirla la triste y trágica historia de viejo Adam -, el pelinegro sonrió coqueto.

-Venga Adam, muchos tenemos curiosidad -, fue esta vez la voz de Emmet quien hablo.

Varios vampiros se unieron a la petición.

-Vale, vale, soy un simple vampiro que ha vivido alrededor de unos cientos de años, yo no pertenecía o pertenecido a ningún clan, Cullien quiso meterme al clan dorado. Pero en ese tiempo mi mujer y yo teníamos ciertos problemas.

-¿Estas casado? -, Edward abrazo a Bella, no sabía porque, pero sabía que la respuesta no era buena.

-Oh sí, mi hermosa Eve fue una hermosa mujer estuvimos casados más de 200 años realmente me hizo muy feliz, lamentablemente Eve falleció por sangre contaminada, saben que esas situaciones son horriblemente comunes -, algunos solo asintieron, era cierto hacía pocos años que muchos vampiros habían fallecido al beber sangre de personas que tenían una vida nada saludable. Drogas cada vez más fuertes se quedan en el organismo y al ser bebida por los vampiros, estos fallecían a causa de la intoxicación.

-Lo lamento amigo -, a muchos les sorprendió que Garrett quien le diese apoyo al pelinegro.

El vampiro solo agradeció con un movimiento de cabeza mientras miraba el fuego -, Bueno dejemos la tristeza mañana será un día bastante aguitado, celebremos la vida y el hoy.

Así fue como entre risas y bromas los vampiros pasaron gran parte de la noche, al faltar pocas horas para el amanecer cada vampiro se diriguio a su habitación para descansar un poco, Garrett y Evageline descansaban en un mullido sofá, amos dedicándose caricias. Pero algo inquietaba al castaño y no era exactamente la batalla.

-Un dólar por tus pensamientos -, las caricias en su brazo pararon.

-Perderías dinero en vano

-Se que no, algo te aqueja, ¿Qué pasa? -, la mujer se despegó de Garrett, volteando a ver los dorados ojos de su pareja -, Desde que estábamos en la fogata, algo te preocupa, dime.

-Adam

-¿Sigues con celos? Deberías que no debes preocuparte

-No es eso -, la interumpio serio -, El saber el dolor que carga, no se si pudiese vivir con tal herida en mi corazón. Siento compasión por ese idiota.

-Compasión e idiota en la misma oración, se contradice.

-Aun sigue coqueteándote, eso lo convierte automáticamente en un idiota.

-Creer que caere ante sus coqueteos, te convierte también en un idiota amor mio.

-Amor mio e idiota, solo tu puedes hacer que ambas palabras suenen tan romántico -, la mujer sonrío, podría ser el fin del mundo y Garrett podría aun así sacarle una sonrisa -, ven acá -, el americano la tomo de la nuca atrayéndola con fuerza, para besarla con calma, muy diferente a como solía besarla.

Con Garrett a su lado, podía confiar que todo saldría bien.

Debe salir bien.

Te Esperaré Cien Años MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora