El inicio.

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Teodor despierta al atardecer del día siguiente en La fortaleza de los cazadores, debilitado como nunca antes, muy convaleciente se levanta a duras penas de la cama, se percata que no lleva su equipo con si, lo primero que piensa es que Voldo logró sacarlo de los aprietos, se pone de pies cómo puede y sale de la habitación en busca de Voldo, sosteniéndose de las paredes, baja la torre llegando como puede al patio central, donde se encuentra Voldo entrenando a la joven Kim.

-Voldo: veo que volviste a la vida Teodor.
-Teodor: ¿qué pasó con el chico?
-Voldo: está en una habitación, hay campesinas que lo están cuidando.
-Teodor: ¿ya no tienen el don?
-Voldo: no... pero aun conserva la capacidad de hacer magia.
-Teodor: por lo menos está vivo.
-Voldo: ¿que haremos con el?
-Teodor: lo entrenaré.
-Voldo: pensé que no querías que llevara nuestra vida.
-Teodor: aveces la vida es una mierda, ademas ya lo perdió todo.
-Voldo: claro que no.
-Teodor: es huérfano, no tiene lo que lo hacía especial, y ahora es una carga.
-Voldo: si, pero te tiene a ti.
-Teodor: si es lo que piensas, la crianza no será distinta a la mía, haré un cazador no una persona.
-Voldo: quizás él sea lo que necesitamos para volvernos humanos.
-Teodor: ser humano es ser débil.

Teodor algo estresado por la situación, se va de nuevo a su habitación para descansar, en la noche, vuelve a despertar ya algo más repuesto, toma su correaje con la espada, se la coloca y se dirige al salón, donde todos lo cazadores reposan, mientras toma asiento para comer, lo piensa y se da cuenta que no puede tener hijos debido a las mejoras que le han hecho a su cuerpo. Pero aun así sabe que no puede encariñarse con nada, ya que en el mundo que viven la muerte es muy común.

-Voldo: ¿que sucede?
-Teodor: nada es solo el niño.
-Voldo: ya crecerá, tranquilo si pudo sobrevivir a todo esto podrá vivir como cazador.
-Teodor: necesito que hagas algo.
-Voldo: ¿que necesitas?
-Teodor: usa el hechizo de nueva memoria.
-Voldo: ¿quieres que le borre sus recuerdos?
-Teodor: exacto.
-Voldo: entiendo por qué, pero es algo extremista, pero igual lo haré.
-Teodor: gracias.

Pasaron varios días y Teodor estaba listo para continuar con sus trabajos, estando ahí parado en la puerta listo para partir, tomó algo que él mismo había hecho, un lobo tallado en madera, se lo entregó al cazador que estaba con él en la puerta, le pidió que se lo colocase a Vlad mientras él cumplía los contratos asignados, Teodor marcho como de costumbre, mientras se alejaba en caballo no podía dejar de pensar que ahora tenía la responsabilidad de volver sano y salvo cada ves que saliera, sonríe y continuó su camino, es un trabajo fácil, pero ahora tiene el más duro de todos, criar a un pequeño.

El mítico Teodor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora