IV

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Era tan hermoso que por un momento me quedé observándolo sin decir ni una palabra. Definitivamente ese era uno de los collares más hermosos que he visto en mi corta vida (y eso, que he visto muchos collares). Lo que me impresionó más fue el hecho de que, además de un collar, también me había comprado un hermoso anillo con una piedra en forma de luna llena. Lo miré alzando una ceja y le dije:

-Y no era gran cosa, ¿eh? - Se encongió de hombros y me dijo:
- Es una pequeñez, ¿te gusta?
- Me encanta, Roy. -Dije sonriendo. Realmente me había fascinado ese obsequio. Acontinuación, hicimos la típica escena cliché: me volteé cuando él tomó el collar dispuesto a ponérmelo, recogí mi pelo y me lo puso. Antes de eso me quitó el que ya llevaba puesto; después, me volteé y nos besamos. Yo estaba realmente feliz. Unos minutos después Ryan recibió una llamada, por lo que nuestra cita se acabó en ese instante; teníamos más de tres horas juntos, sentía que el tiempo volaba cuando estaba con él.

Cuando llegamos frente al apartamento, me dispuse a darle el beso de despedida, él lo aceptó gustoso y le puso mucha intensidad. Nos despegamos a duras penas, pues él tenía cosas que hacer. Me prometió escribirme luego y después de que me bajé, tocó bocina y se fue. Yo me sentía como una adolescente con su primer novio la cual volvía a casa después de su primera cita; aunque, visto desde cierto ángulo, era prácticamente lo que estaba pasando.
Cuando llegué al departamento escuché a Agatha en la cocina, me dijo que se había tomado la libertad de hacer la cena. Me pidió muy emocionada que le contara todo y así lo hice; a ella también le encantó el regalo que me había dado Ryan.
Un par de horas después ya estaba en la cama chateando con Roy y un grupo de amigos.
Chat con Roy:
-¿De verdad te gustó? Porque, si no, puedo comprarte cualquier otra cosa.
-Tranquilo, amor, es perfecto. No me lo voy a quitar nunca. <3
-Ah bueno, preciosa ;). Athena, quiero decirte algo.
-¿Ah, sí? Adelante, amor.
-Me encanta sentirte cerca: respirar tu aroma, tocarte, besar tus hermosos labios que me parecen tan provocativos, ver esos hermosos ojos grises... yo diría que eres perfecta.
-¿En serio, amor? :3
-No tienes ni idea de cómo me pones, preciosa. ;)
-Mmmmm, pues déjame decirte que a mí también me fascinas: me encanta besarte porque siempre lo haces con una intensidad que me provoca...
-¿Qué te provoca, preciosa?
-Ehm... ya sabes... sensaciones.
-No seas tímida, preciosa, sabes que puedes confiar en mí. ;)
-Tranquilo, no es algo importante. <:)
-Mmmm, ¿segura? Porque a mí también me provocas un montón...

Ya se imaginan el rumbo que tomó la conversación, pero como no me gusta el sexting no le seguí tanto el rollo. No es que sea anticuada o pesada, sino que no me siento tan cómoda con esas cosas. En fin, luego del chat me dormí, al otro día había clases.

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La semana fue lenta, todo se resumió a: introducciones a las diferentes clases las cuales no dejaron mucha tarea, ver a muchas personas comer golosinas (al parecer a nadie le preocupaba la diabetes), Gaga convenciéndome de ir a la fiesta el sábado (me recalcaba la importancia de introducirse a la vida social como si fuera una clase y, además, quería ver bombones universitarios), no tuve la oportunidad de disculparme con el chico "Oullete" dado que siempre estaba con alguien y/u ocupado, salidas y besuqueos con Ryan que siempre se ponían intensos y decoración del departamento.

Al fin llegó el sábado y Gaga me había convencido de ir a la fiesta, eran las 15:32 de la tarde y me encontraba haciendo videollamada con mis hermanos; para ellos las clases iniciarían el lunes y la única persona más emocionada que yo por tenerlos cerca era Agatha y ya saben el porqué.
Videollamada:
-Pues, sí, estaba muy confundida el primer día, pero un chico me ayudó y ahora ya sé moverme por el campus. -Les dije con una sonrisa triunfante.
-Al menos apareció ese "ángel" para guiarte. -Dijo Asky con tono sugerente de "seguro le gustas".
-¡Nada que ver! -Le dije- La gente también puede ser amable.
-Umju -dijo Ashell, quién estaba a su lado- en fin, supe que habría fiesta de bienvenida hoy, ¿irás?
-Sí, es la primera, tengo que darme a conocer. -Dije fingiendo altanería.- ¿Vendrán a festejar con su hermanita? Pueden quedarse directamente.
-Nah, nosotros no iremos. -Dijo Asky.
-¿Por qué? Pensé que amaban las fiestas. -Dije frunciendo el ceño.
-Las primeras fiestas suelen ser descomunales -explicó Ashell- el problema es que los de primer año tienen hábitos de secundaria que ya no usamos y, a veces, es un poco molesto -lo miré con mala cara- sin ofender. -Añadió.
-Y...¿cuáles son esos hábitos?- pregunté intrigada.
-Buscan sexo desesperadamente, se meten en grupos de los de último año solo para hacerse sentir y los que no bebían tanto usualmente hacen un desastre porque nosotros usamos alcohol más puro. -Explicó Asky.
-Suena a pesadilla. -Dije horrorizada.
-Pues sí, -dijo Ashell- pero solo nos molesta a los que llevamos más tiempo participando con universitarios. Para tí será más suave.
-Y, además, nos perdemos solo las 2 o 3 primeras fiestas, después de ahí podemos suponer que ya saben majearse. -Añadió Asky.
-Bueno, espero no sufrir del síndrome del primer año. -Dije divertida.
-Estarás bien, solo evita las esquinas. Si te mantienes al centro o lateral de la fiesta lo pasarás bien. -Dijo Asky nuevamente.
-Bueno, gracias por los datos "expertos en fiestas". -Dije con tono burlón.
-Sí, sí -dijo Ashell con tono altanero- ya nos lo agradecerás.

Sosiego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora