VII

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Juro que quería levantar mi vista de la pantalla, pero estaba atraída como un maldito imán. ¿Qué es eso de que el ave se libró del cazador? ¿En qué es que no pueden fallar? Por primera vez me sentí insegura en un lugar público. Sentí que había un cazador rondando que buscaba una presa, hambriento. Yo no había hecho algo malo, ¿no? Solo había visto un inofensivo mensaje acerca de algún juego online de consola, ¿no? Ojalá fuera eso, pero mi mente me decía a gritos que me dejara de payasadas, que sabía perfectamente qué era. Sentí unos dedos fríos sobre mi hombro, volteé mi cabeza lentamente para encontrarme con el rostro confundido de Agatha.

-¿Te bajó la regla aquí? Estás pálida. ¿De quién es ese teléfono y quién es el Adonis que se dirige hacia nosotras?- Dijo haciendo referencia a Ian.

-¡No! No tengo regla... es que se me iba a caer el teléfono este, que es precisamente del que se acerca a nosotras ahora. -Ian se iba acercando a pasos relajados y con un cigarrillo en la boca. Esa forma de andar lo hacía ver muy sexy, pero estaba pensando en cómo le explicaría que estaba con su  teléfono en mis manos. Rápidamente quité el mensaje y apagué la pantalla. Traté de calmarme.

- Tranquilas, soy solo Ian. No hay que recibirme de pie.-Dijo sonriendo divertido.

-Es que... Gaga me contó algo que me sorprendió mucho, además tu celular no paraba de vibrar e iba a entregártelo para que respondieras. Tranquilo, no respondí ni vi quién era.-Dije un poco nerviosa. Me miró con el ceño fruncido y me dijo:

-Descuida, no siempre respondo rápido las llamadas. ¿Quién es la señorita? -Dijo mirando a Gaga con una sonrisa.

-Es Agatha, mi mejor amiga. Agatha, él es Ian, un compañero de una clase. -Dije sin muchas ganas de sonreír.

-Mucho gusto y disculpa que esté fumando.

-No es problema, el gusto es mío. -Dijo Gaga mientras sonreía y lo escaneaba con la mirada.

-En fin... ¿no tenías una clase ahora, Gaga? Yo tengo una también, creo que deberíamos irnos. Ian, lamento dejarte, pero ya sabes como es. Hablamos... luego. -Dije mientras prácticamente arrastraba a Gaga lejos de ahí y de paso me libraba yo. "¡Adiós, Ian!" Escuché decir a Gaga.

-¿Te gusta ese bombón y por eso te pusiste nerviosa o qué?- Dijo Agatha en tono de shipeo-extrañado-pidiendo explicación.

-¡Estás loca! Tengo novio y me gusta muchísimo. Además, no dije nada que no fuera cierto: tenemos clases y debemos asistir a las mismas. -Dije horrorizada de su creencia de que me gustaba una persona que podría no ser lo que parece.

-Si tú lo dices... mi clase es por aquí. Nos vemos para almorzar y relájate ya; te ves muy pálida.- Me dijo dándome un abrazo.

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La clase estuvo interesante, pero no pude evitar quedarme pensando en lo que había leído. Después de eso me sentía observada y tenía la paranoia de que, en cualquier momento, el chico que apuñaló al que estaba en el hospital podría venir y hacerme daño... estaba muy angustiada. Intenté llamar a Roy, no para contarle, sino para distraerme de mi propia mente que me estaba consumiendo, pero no obtuve respuesta. Salía siempre el puto correo de voz.

En el almuerzo me senté con Agatha y con Kamilo de nuevo, estaban hablando algo sobre la siguiente fiesta del fin de semana; yo asentía de vez en cuando para no parecer totalmente desinteresada, pero Gaga lo notó y al terminar me dijo que en casa teníamos que hablar al respecto. Le dije que todo estaba bien, pero claramente no me creyó.

Al terminar de todas mis clases del día, me dirigí al estacionamiento para esperar a Agatha e irnos a casa. Respecto a la situación, estaba más calmada por alguna razón. Estando de pie, un Mustang color gris opaco se acercó a mí lentamente; me alejé por instinto, pero cuando bajó la ventanilla noté que era Roy. Eso me relajó muchísimo, aunque no parecía que él estuviera muy feliz de verme.

Sosiego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora