Capítulo 17 ( Dereck)

545 115 4
                                    

Aun me encuentro de pie a las afueras del espeso bosque justo a un costado de la carretera. Continúo observando como la camioneta en la que se encuentran Michael, Tobías y el pulgoso lobo se aleja en la dirección opuesta a donde me hallo. Alzo la mano para tocar mi rostro en el punto exacto donde Michael me golpeo, aun puedo sentir la marca de sus dedos sobre la piel.

«Duele.»

Sin embargo, la sensación no es nada comparada con el malestar que ocupa mi pecho debido a las crudas palabras que le dije a Michael. Fui demasiado cruel, pensé que me echaría a llorar nada más terminar las frases, pero no podía arriesgar su vida de esa manera, no cuando estaba rodeado de híbridos. Como le había prometido a Erick tenía que aparentar ser un soldado fiel y decidido.

No puedo explicar la alegría que inundo mi cuerpo al saber que el lobo blanco se había recuperado por completo del veneno. Se encontraba hermoso y radiante como siempre, hasta que comenzó a llorar ¡No! Corrección, hasta que le hice comenzar a llorar. Prefiero que los híbridos me maten miles de veces antes que tener que volver a fingir que le detesto o que piense que le he utilizado.

Cuando vi la expresión lastimada de Michael por un segundo tuve la necesidad de enviar todo al diablo y abrazarle a la par que le llenaba de besos y susurraba palabras de disculpa. Fue una verdadera tortura ver que era el capullo de Robert quien le consolaba mientras se marchaban, en ese momento la furia fue tan grande que casi fracaso en mi actuación.

Imagino como Robert debe de estar abrazándole y la rabia me inunda, ese maldito lobo dejó bien claro el día del hospital que se hallaba más que interesado en Michael y ahora, con todo lo sucedido, le he dejado el camino libre para actuar. Aun así, no respondo de mis actos si me llego a enterar que están juntos esos dos.

Gracias a Dios Tobías estaba ahí y con sus poderes de telepatía pude sentir su voz en mi cabeza pidiéndome calma. El vampiro sabía la verdad, había visto los verdaderos sentimientos de mi corazón durante toda esa maldita pantomima y también era consciente que estábamos rodeados de híbridos a la espera de que se cometiera un error para ellos atacar, si hubiesen entrado a la casa habrían sido capturados por la emboscada que les estaba esperando.

Regreso por el sendero que da a la casa. Hay que admitir que fue muy inteligente de Erick encontrar este lugar para refugiarse él y los suyos, en este sitio nadie sospecharía de la matanza de dos o tres animales y dudo podrían ocultar mejor el cuerpo de las víctimas.
Erick me espera en el mismo lugar donde rompí el corazón de Michael segundos antes. Su sonrisa y mirada victoriosa solo me hacen sentir peor, le di el espectáculo que tanto ansiaba.

—Debo felicitarte, ha sido una excelente actuación.

Aun no logro evitar las náuseas cada vez que el rubio hibrido de ojos rojos me habla.

—¿Qué te hace pensar que no ha sido cierto?

Erick se acerca a mí y delicadamente aparta un mechón de cabello que cae por mi frente para acto seguido contornear la marca de los dedos de Michael en mi mejilla.

—¿Qué te he dicho de mentirme pequeña pantera? —Aprieta de repente sus manos en mis mejillas de manera tal que encaja sus uñas en mi piel—. Crees que no veo tu dolor y desesperación luego de esta pantomima, pero no debes preocuparte, no me interesa matarle por el momento. —Afloja el agarre y vuelve a reír—, Aunque debo admitir que hubiesen sido una excelente diversión para mis híbridos.

Mi piel se eriza ante las palabras sugerentes y, por primera vez desde que me uní a los asesinos híbridos llego a un pensamiento importante: No dudará en matarles a todos a la mínima oportunidad, le sea leal o no, aun no lo hace porque los utiliza como excusa para mantenerme como su guerrero. Sus deseos no son dejarlos vivir, tan solo hacer que sobrevivan hasta que llegue el momento justo. Y lo peor es que no hallo una manera de hacer nada aún.

—Sí les tocas un solo pelo…—Comienzo la frase, furioso, pero Erick me detiene alzando un dedo.

—¿Qué harás? —pregunta en burla—. No estás en posición de reclamar nada. Me perteneces Dereck, ahora y siempre.

Da la vuelta para marcharse y cuando está lo suficientemente lejos contesto, más para mí que para él.

—Eso estamos a punto de verlo Erick.

Vuelvo a las afueras del bosque a la espera de una suave brisa de viento. Había entendido el mensaje de Tobías en cuanto me lo dijo, sin embargo, no sabía que tendría que utilizarlo tan de prisa. El escalofrió me recorre mientras observo a mi alrededor para cerciorarme que nadie vaya a escucharme. No puedo quedarme más con los brazos cruzados, es hora del contraataque.

—Marcos ¿estás ahí? Se nos acaba el tiempo—susurro y una fuerte brisa veraniega da vueltas a mi alrededor en respuesta a mis plegarias.

Pasiones Rebeldes [#2 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora