Capítulo 18 (Michael)

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Doy vueltas de un lado a otro de la habitación sin terminar de creerme todavía la explicación que acababa de darme Tobías. Es que es imposible, aunque ahora que lo pienso en retrospectiva la verdad no tanto, así actuaba Dereck, era su manera de proteger a las personas que aprecia y mi rabieta le dio el punto que faltaba a esa actuación para que todos se lo terminaran de creer. Sin embargo, sus palabras habían sonado tan reales y me causaron tanto daño que aún se me dificultaba creer que todo fue una simple pantomima.

«¿Cómo fui tan tonto de no darme cuenta antes?», ¡Dios! Ahora me siento tan mierda, luego de todo lo que la pantera ha hecho por mi esta última semana y yo había creído tan rápido en su desprecio. Si era real lo que Tobías me acababa de explicar el cambiaformas en verdad debe de estarse sintiendo culpable en estos momentos.

Todo da vueltas a mi alrededor, la cabeza me duele un infierno debido a toda la información recibida en tan poco tiempo. Tomo asiento en la silla que se encuentra justo al frente de donde está sentado Tobías. Masajeo el tabique de mi nariz con los dedos índice y pulgar y, antes de volver a hablar, suelto un largo suspiro.

—¡Bien! —aclaro más para mí que para el vampiro—. ¿Me estas queriendo decir que Dereck en verdad nos acaba de salvar la vida y que todo lo que hablo fue mentira?

Ahora el que exhala un largo suspiro es Tobías y mira al techo como quien realiza un silencioso pedido de paciencia.

—¡Que sí! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? —Aunque quisiera lucir molesto se notaba a la legua lo mucho que se divertía ante la situación, a este maldito hombre le divertían las cabezonerías de parejas ajenas—. Si no fueras tan buen hacker pensaría que eres tonto.

Siento como mi pecho se oprime ante tal confirmación y Tobías vuelve a suspirar, pero esta vez la mirada que me dedica es consoladora.

—Estábamos rodeados—explica el vampiro nuevamente—. Lo más probable es que hubiesen esperado a que entráramos en la casa para tendernos una emboscada, una sola muestra de afecto por su parte nos hubiese matado a todos. —Pone la mano en su mentón de manera pensativa, el mismo parece estar cayendo en la cuenta de un detalle del cual no se había percatado hasta ese momento—. Deben tenerle bajo algún tipo de chantaje o extorción, una cosa es que se haya ido con ellos a cambio de tu medicina y otra muy distinta es que se muestre tan sumiso.

Bajo la vista nervioso.

—Tampoco le han convertido—resalto ese hecho pues creo que todos esperábamos encontrarnos a un Dereck pálido con colmillos y ojos rojos—. Quizás eso signifique que aún tenemos algo de tiempo. —Me pongo en pie de su salto—. Tenemos que ir a salvarle.
Tobías imita mi movimiento, pero para mí pesar solo pone una mano sobre mi hombro intentando contener mi entusiasmo.

—Debemos esperar. —Su tono refleja un rastro de impotencia que nadie adivinaría con tan solo ver su cincelado rostro—. Si regresamos ahora nos arriesgaríamos a que nos maten. —Sonríe—. Aunque si tu amada pantera entiende el mensaje que le di contaremos con una buena ventaja para proceder.

¿Mensaje? ¿Ventaja? Intentaba no poner cara de idiota, pero me es difícil. Con cada nueva palabra que me dice Tobías me parecía que habíamos tenido dos encuentros totalmente distintos con Dereck. ¿Cómo es posible que le haya dado un mensaje si prácticamente no hablaron a excepción de…?

—Tobías ¿Qué significaba lo último que le dijiste a Dereck?

«…el viento puede ver y oír todo lo que haces.» Demasiado poético para la situación.

La verdad es que esa frase había captado mi atención, principalmente por el brillo esperanzador que despertó en los verdes ojos de mi pantera. Sin embargo, debido a toda la conmoción del momento lo había olvidado, aunque ahora que vuelvo a pensar en ello caigo en la cuenta que esas simples palabras son más importantes que lo que parecieron en un primer momento.

Pasiones Rebeldes [#2 Pasiones-BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora