Atada a la tristeza.

Vacío muerto

Dicen que el interior sana con el tiempo pero no es así. Llevo heridas que me impiden avanzar desde hace años y nada ha cambiado.
Salgo a caminar con la cabeza cabizbaja pensando que algún reflejo en el agua del suelo, que ha dejado la lluvia del día anterior, me va a dar la respuesta a tanto vacío muerto.
Cada vez que cierro los ojos, es un infierno. Dormir es imposible porque te invaden los recuerdos prepotentes que desean estar hostigando cada parte de tu mente hasta exprimir sus emociones y volver a abrazar a tus amigas las almohadas viejas que igual guardan un sinfín de noches en vela.
El corazón vive roto, atado a desamores, a desesperanza, a futuros inciertos y decorados de angustia.
Paseo con paso firme, tomo un respiro, me falta el aire de tanto soñar en una vida alegre.
Una lágrima cae sobre el cigarrillo que intentaba inhalar mi alma desdichada; me siento perdida, sin rumbo, sin deseos perfectos de cómo quisiera vivir.
Hay marcas en mi piel, hay también en los lugares donde solía ser feliz, en aquel café donde solía reirme a carcajadas con aquellas amistades y la biblioteca donde todo el dolor salía a base de novelas dramáticas.
Mi vida parece una comedia trágica y nadie es capaz de hacerme ver que no sólo es una burla.
Mis ojos enrojecidos ya no aguantan el peso del pasado, las noches revolcada en vino tinto, cigarrillos y llanto hasta conciliar el descanso que pareciera que no llegase.
He deseado tantas veces el no volver a despertar, el ahogarme tanto en mi desdicha que eso me llene de tristeza y muera de desilusión. Ahogarme en cualquier vaso de agua y decir "hola" al aliento frío de la soledad eterna.
¿Qué hago aquí caminando sola por un sendero donde todos notan mi depresivo andar y nadie hace nada por nadar en mis entrañas y salvarme de caer en un pozo sin salida?
Sólo decido ir hacia un puente y saltar al agua pensando en que la paz está ahí, justo ahí, ahogando mis penas.
Justo en el vacío muerto a donde pertenezco.
Muchas veces justifiqué mi muerte con cánticos feroces y angustiantes al corazón de mis seres amados pero a ellos si les funcionó el tiempo. Siguieron sin mí y yo sólo seguí donde mismo..
Aprendiendo que el vacío nunca se fue y nunca se irá.
Me perseguirá la misma agonía que me perseguía en vida.
Miserable alma seca.. ¡Te maldigo eternamente!