Hasta Que Te Vi

CAP 43 REVELACION DEL PASADO

Gabriel

5 meses después.

Todo marchaba sobre ruedas, Loana se había venido a vivir definitivamente conmigo desde hacía dos meses y estaba feliz por su decisión.

Hacían ya tres meses que había parchado a Kellan como miembro oficial del club junto con dos prospectos más.

Mi mujer y mi bruja comenzaron sus clases, Vp y yo las llevábamos y las recogíamos todos los días y cuando no podíamos lo hacía Kellan porque se había ganado mi total confianza.

Me sentía tranquilo, feliz, Loana me hacía feliz, ella había cambiado mi vida para siempre, me había enseñado amar de verdad, me enseñó a ser romántico y cariñoso ella me inspiraba eso y más.

Dos meses atrás me enteré que Karem y Tara habían salido de la cárcel, alguien con dinero pagó la fianza de la dos, las mande a rastrear pero no aparecieron en el radar, no me podía descuidar con ellas, las amenazas de Karem retumbaban en mi cabeza de vez en cuando, no podía entender porque querían hacerme daño a mí y al club, estaba consciente que en ese rompecabezas faltaba una pieza, su rabia no era por un chaleco de propiedad eso era una vil escusa de mierda. Salí de mis pensamientos cuando escuché la voz de Sabueso.

— Prez te busca el Sr. Oscuro, dice que es urgente.

— ¡Mierda! ¿Qué coño será lo que quiere?

— No lo sé Prez, pero lo vi muy angustiado—

Salí lo más rápido que pude rumbo a mi oficina lleno de mucha intriga, nuestros negocios estaban bien, todo estaba claro.

Lo saludé cortés como siempre, era el padre de mi mujer pero no intimaba con él más de lo necesario frente a Loa. Lo invité a sentarse notando que el hombre estaba tenso, preocupado y decidí romper el hielo.

— ¿Pasa algo qué deba preocuparme?—

Me tendió un sobre con manos temblorosas y lo agarré.

Cuando vi el contenido gracias a mi silla no me caigo de culo. Había fotos de Loana sola, fotos de Loana conmigo, fotos de Loana con Aris, de Aris con Chain. Lo peor de todo fue leer la nota que acompañaba a las fotos.

ELLAS PAGARÁN SU DEUDA

— ¡¿Qué mierdas?!

— Eso me llegó hoy a mi oficina y en cuanto vi el contenido me vine a mostrártelo—

Esto no era normal, esto era una amenaza bien clara, mi mujer y mi hermana estaban en peligro. Yo no había recibido nada parecido.

En seguida llamé a Scurry para que me esperará en el club, él era mi hacker y él podría rastrear cualquier cosa. Salí con Fernando, Chain y Sabueso rumbo al club. Antes de marcharnos di instrucciones a Buldog para que se encargará del taller y cerrará una hora antes.

Mi nivel de preocupación crecía cada segundo más, convoqué a misa pero en mi oficina del club porque Bristhon no podía entrar a nuestra iglesia. No podía permitir que le pasará algo a mi mujer, ella era mi vida y la daría la mía por ella si era necesario.

La llamé por teléfono antes de subir a mi moto, me dijo que estaba bien, que ya había salido de clases y que iba camino al club con Kellan. Me sentí aliviado pero no del todo.

Dos cuadras antes de llegar al club vi movimiento de policías y nos detuvimos. Saludé a un par de ellos que conocía y fui donde estaba el Teniente Caing. Habían dos cuerpos de muñecas con el tamaño real de una persona, bañadas en pintura roja, dando apariencia de sangre, con un gran cartelón que decía Pronto serán dos reales, esa mierda me helo hasta los huesos, enseguida mis pensamientos se fueron al sobre que llevaba guardado dentro de mi chaqueta.