Hasta Que Te Vi

CAP 45 DESORIENTADA

LOANA

Todo se volvió confuso, solo recuerdo ver a Tara con una sonrisa malévola en su rostro, estaba acompañada por dos hombres con cara de asesinos.

No sé dónde estamos, no sé por qué está haciendo todo esto, por primera vez en mucho tiempo vuelvo a sentir miedo, mucho miedo, no solo por mí, también por Aris y Kellan, no sé dónde los tienen, no los he vuelto a ver desde que esa loca nos hizo bajar de la camioneta y despojarnos de nuestras pertenencias a punta de pistola.

Todo esto es como revivir la película de mi pasado, recuerdo a mamá, recuerdo como me cantaba para tranquilizarme, trato de hacerlo pero no puedo, siento unas inmensas ganas de llorar pero tengo miedo de hacerlo y que me escuchen.

Estoy en un cuarto sucio y feo, entra un poco de luz a través de una pequeña ventana, tengo mis manos atadas, igual mis pies, me lanzaron sobre una colchoneta sucia y vieja, huele mucho a humedad, a encierro, a madera vieja, supongo que debemos estar en algún lugar abandonado.

Pienso en Gabriel, en lo desesperado que debe estar tratando de encontrarnos, mi padre y mis hermanos deben estar igual y ¡oh! Mi tía Clara debe estar peor que todos, de pronto la puerta se abrió, me hice la dormida para poder escuchar.

- Todavía la princesa duerme- reconocí esa voz, esa es la voz de Karem, malditas putas.

- Creo que se nos pasó la mano con esta, porque los otros dos ya están despiertos- dice Tara bastante animada. Maldita perra celosa.

- Pronto consumaremos nuestra venganza, esto salió mejor de lo que habíamos planeado al principio querida sobrina- ¡¿Qué?! Tara sobrina de Karem. ¿Qué era todo eso? ¿por qué estaban planeando una venganza?, ¿de qué hablaban ese par de locas? Eran tantas preguntas sin respuestas que me desconcertaban.

La puerta se volvió abrir, no quise abrir los ojos para evitar ver a esas desgraciadas o que ellas me vieran y me hicieran algo.

- Cuándo acabaremos con este trabajo, no quiero pasar la noche aquí en esta pocilga-

- Debemos tener paciencia Black, primero debemos conseguir una buena tajada de esos dos desgraciados y luego las matamos-

- ¿Qué haremos con el muchacho?- preguntó el tal Black.

- También lo mataremos, me cae bien pero es el encargado de cuidar a la princesita de mierda por órdenes de su Prez- habló Tara con desagrado.

- Bien me iré por unos tragos y comida, regreso mañana, me llevo a los muchachos-

Salieron todos del cuartucho y respiré profundo, debía tratar de ser fuerte y no dejarme vencer, debía cuidar y proteger ese pedacito de Gabriel y mío que ahora llevaba en mi vientre.

Me había emocionado tanto junto con Aris cuando vimos las tres pruebas de embarazo dar positivo, dios mío no lo podía creer, tampoco sabía cómo pasó, se supone que me coloco la inyección cada tres meses, tal vez sufrí algún desajuste de fecha, no lo sé, lo cierto que algo hecho por mí y mi motero comenzaría a crecer dentro de mi ser.

Le tenía una súper sorpresa para darle la noticia antes de viajar, también le daría un motivo más para mantenerme lejos y protegida, pero de nada valió tanta seguridad porque aquí estábamos secuestrados y sin saber en qué momento este par de locas nos matarían como lo habían dicho.

En la madrugada me permití llorar, debía sacar esa angustia que tenía dentro de mí, debía tratar con todas mis fuerzas de luchar - Gabriel, nene te necesito, necesito que vengas por mí- susurre para mí misma.

No sé cuánto tiempo ha pasado, ni en qué momento me quede dormida, la puerta se abrió de nuevo y era un muchacho joven, tal vez de mi edad o un poco más, desató mis pies, me levanto con brusquedad y me empujó para que comenzara a caminar, entramos a una sala donde pude ver a Kellan con su rostro ensangrentado, estaba sentado en una silla donde lo tenían amarrado, a su lado se encontraba Aris en iguales condiciones que Kellan, jadeé de la impresión. En esa misma sala pude ver a las perras, tres hombre que no sabía quiénes eran más el chico que ahora me estaba amarrando de la silla.