MinSeok había roto la rutina de Lu Han, que en realidad ese día debía trabajar, pero ahora estaba llamando a su hermano para que lo cubra. Bueno, Daniel era su hermano de nombre porque se habían criado juntos blah blah. Para variar, Daniel no era otro que el infeliz que buscó poner a MinSeok en ridículo por encargo de sus esclavos, digo, colegas de trabajo (de quienes MinSeok se encargaría al día siguiente). Por lo que MinSeok estaba escuchando de la conversación, Daniel parecía haberse negado, pero entonces Lu Han lo amenazó con echarlo de casa.
—Listo —Le dijo Lu Han, sonriéndole—. Todo arreglado.
Ah, sí, por si se lo están preguntando, Lu Han aceptó ser el novio de MinSeok, y dijo lo siguiente de manera textual "espero que en algún punto no debamos fingir más y se haga realidad." Decir que MinSeok no se excitó sería mentir, pero antes, él debía disculparse.
—Lamento mucho haberme quedado dormido.
—No hay problema, en serio. Ahora ¿Qué me dices de prestarme la ducha? —MinSeok asintió y lo guió hasta el baño.
—Puedo prestarte ropa también. Puedes tener casi 40, pero eres de la misma complexión que yo.
Lu Han se detuvo en la puerta del baño y lo miró.
—Hablas de mi edad como si fuese muy grande.
—Lo eres.
— ¿Qué edad tienes tú para decir eso?
—25, pero la edad no importa, el número es una cosa insignificante. Esta noche en verdad prometo no dormirme y tener ese polvo que... que... ¿Por qué me miras así? —MinSeok se vio interrumpido por la expresión de Lu Han, una que para él era indescifrable—. No te importa la edad ¿Cierto?
—No.
— ¿Entonces?
— ¿Por qué esperar hasta la noche?
MinSeok volvió a sentirse duro, y pronto, llegó a la conclusión de que estaba de acuerdo. Había sido un idiota ¿Cómo había dicho semejante cosa? ¿Esperar hasta la noche cuando ahora mismo estaba arriba y despierto? ¡Dios! Tenía a Lu Han sin remera y en su ducha, en su baño, frente a él. Y así, se sacó todo y se metió a la ducha y tuvo su polvo feliz en un día donde todos querían solo desgracias para él.
Sí. Fue muy feliz. Lu Han también. Y tal vez, MinSeok se repitió las palabras de Lu Han, aquellas donde en algún punto, no fuera algo que deban fingir.
***
La madre de MinSeok era más bajita que sus hijos, y cuando vio entrar a MinSeok junto a Lu Han, hizo la misma expresión que horas antes hizo JunMyeon. Cuando logró cerrarla, y MinSeok presentó a Lu Han como su novio, ella se ahogó.
— ¿No-no-novio?—La señora parecía no poder pronunciar esa palabra. Y sí, JunMyeon le había contado, pero ella pensó que le mentía, ya saben, para que no se sintiera mal por MinSeok, pero no, allí estaba la evidencia, su hijo mayor no le había mentido en lo absoluto— ¡Aigo! —Exclamó ella cuando se recuperó (después de que la mujer de su primo, Irene, le trajera corriendo un vaso con agua), uniendo sus manos emocionada— ¡Al fin se ha terminado la mala suerte para ti! ¡Ya sabía yo! ¡Ves! Sólo tenías que olvidarte de ese infeliz que te dejó plantado en el altar...
Y la señora siguió, y MinSeok bajó la cabeza. Él había pensado que llevando a alguien de su mano haría que la mujer dejara el pasado atrás, pero parecía que no, ni siquiera se había detenido a pensar si MinSeok le había contado a Lu Han aquella historia. Es más, ella tuvo el descaro de mirar a Lu Han y caminar hacia él, tomándole las manos.