TWO

2.2K 119 58
                                    

Hyunjin.

Caminaba tranquilamente por el pasillo de la empresa de mi padre, sabía perfectamente que muchas chicas me miraban pero simplemente las ignoré, no me gusta satisfacer sus deseos carnales a la que primero me lo insinúe, algo que lo aprendí desde pequeño, se podrían decir que por un ejemplo de una persona muy cercana pero al mismo tiempo lejana. Era increíble lo mucho que podía hacer una persona fuera de tu vinculo familiar y lo enfermizo que podía llegar a ser las relaciones familiares, la guerra silenciosa de la misma sangre se torna vulgar por tanta hipocresía y pactos de silencio donde todo se torna en mentiras con su mima frase "quiero lo mejor para ti"

-Buenos días, joven Hwang, su padre lo espera dentro- me recibió la secretaria personal de mi padre mientras hacía una reverencia y una sonrisa grande, sonreí de lado, sabía sus aventuras con mi padre, personas como ella era lo que abundaba en esa empresa, follar para ganar un mejor puesto de trabajo o tener obsequios y dinero sin nada más que complacer.

-Gracias-dije devolviendo el saludo que me dió.

Hoy vestía como siempre lo hacía, con comodidad de unos jeans y una camisa ancha. Odiaba los trajes, me hacían sentir viejo y a parte incómodo, no podía sentarme con libertad, tampoco puedo dejar de lado el pensamiento que con un vestuario tan clásico me veo más parecido a mi padre más de lo que quiero.

Abrí el portón grande color caoba, suspiré profundo, mi total tranquilidad exterior es equivalente a mis nervios y molestia interior, sabía claramente a lo que tenía que enfrentarme desde que decidí contestar su llamada.

-Vaya, por poco y no llegas- dijo con la típica voz mi padre sentado detrás de su inmenso escritorio con ordenados papeles.

-Interrumpiste mi agradable desayuno- dije con voz cansada.

-Son las diez de la mañana Hwang Hyunjin, te llamé hace una hora y media, se supone que a esa hora toda persona responsable debería estar despierta trabajando.- su tono se volvió duro y seco, su mirada gris me examinó de arriba a abajo.

No respondí, sabía cómo eran estos temas con él, si le explicaba que hoy era mi día libre simplemente me diría lo de siempre "Un verdadero trabajo no te daría tiempo para días libres". Ha entregado toda su vida a su empresa, podría jurar que si pudiera apostaría su alma por toda su imperio.

-Que muchacho tan irresponsable tienes- una voz de mujer me interrumpió precisamente cuando iba a preguntar el para qué me había llamado.

Giré mi cabeza hacia el lado izquierdo, habían una señora con un traje morado oscuro, sus facciones me hicieron recordar a una hada, y no, no es un alago, pasar tiempo en la biblioteca junto a Felix me había servido de algo, había descubierto libros antiguos en donde las hadas no es como las pinta Disney, más bien serían seres horripilantes, seguro que Felix estaría emocionado en conocerla simplemente para tenerla como referencia de un hada real.

-Buenos días- dije neutral, dí una reverencia y volví a ver a mi padre buscando alguna explicación de aquello, no tenía idea de qué estaba planeado esta vez.

-Ella es la señorita Bae, tendremos nuestro negocio próximamente trabajando de la mano justo a los de su familia- dijo mi padre con una sonrisa ladeada, la conocía perfectamente, se me revolvió el desayuno, tendría que decirle ahora mi amigo que mi padre tiene gusto por las hadas.

-Un gusto- dije respetuosamente aunque su mirada desprendía asco solo verme, no le interesaba fingir su desagrado hacia mí.

-Quisiera decir lo mismo- dijo con desprecio mirándome de arriba a bajo.

Levanté un ceja cuando ella me miró al rostro después de unos segundos, era realmente desagradable, espero no halla pensado en ninguna vulgaridad, fácilmente podía ser su ultimo hijo de diez.

POR UN ACCIDENTE - FIC HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora