POR UN ACCIDENTE - FIC Hyunjin

ELEVEN

Hyunjin.

Ella se notaba realmente nerviosa, sus hermosas mejillas estaban de un tono rosado dandole a su rostro un toque de inocencia, algo que no tenía ya.

La besé con suavidad, sus labios eran suaves y dulces por el chocolate, tomé la tasa de sus manos y la puse como pude en la mesa del centro. Rodeó mi cuello con sus manos aferrándose a mi cabello haciéndome soltar un suspiro.

Bajé a su cuello dejando un camino de besos húmedos, la levanté de sus piernas y la cargué llevándolo hacía su cuarto, rodeó mi cintura apretándome a su cuerpo, solté un gemido que fué ahogado por la piel de su cuello.

La puse con suavidad en la cama, separamos nuestros cuerpo un poco para ver lo hermosa que se veía así, sus ojos negros brillaban de deseo y su rostro luciendo inocente.

-¿Vas a gritar como la otra noche?- dije divertido sugetando su cadera.

Ella desvió la vista hacia un lado, reí por lo tan tímida que podía llegar a ser. Aproveché y volví a besar su cuello, dejé una marca en el cuello, no para que otras personas sepan lo que hace ella, sino porque su piel era muy suave que me era adictiva.

-Hyunjin- gimió ella con su dulce voz cuando la embestí intentando controlar mi deseo. Nunca me había llamado mucho la atención sobre deseos carnales, pero cuando la ví; callada, tímida y con las mejillas rosaditas no pude evitar perderme en su encanto.

Ella con agilidad me quitó mi camisa, pasó sus manos por mi espalda haciéndome erizar la piel por sus uñas largas. Quité lentamente su buso y lo tiré por alguna parte del lugar, miré sus pechos resaltando sobre su blusa y llevé una se mis manos a ellos mientras bajaba un poco más de su cuello.

Sus gemidos bajitos y sus piernas intentando atraerme más hacia su cuerpo me estaban haciendo perder la cordura. Quité su blusa dejando ahora su piel expuesta, su sujetador blanco apretaba sus pechos que cabían perfectamente en mis manos.

Me quedé embobado viendo su cuerpo, ella aprovechó para sacarse su últimas prendas. Se acercó a mí nuevamente y me besó ardientemente, me tumbó en la cama y se subió encima mío juntando nuestras caderas, ahogué un gemido cuando ella empezó a moverse, cerré mis ojos himnotizado por su cuerpo y caricias.

Sus manos bajaron por mi abdomen hasta llegar hasta mi cinturón, me puse un poco nervioso, no sabía qué iba hacer, nuca antes había dejado que una chica tocara así mi cuerpo.

Quitó mi pantalón, pasó delicadamente su mando en mi miembro aún con mi ropa interior puesta. Gruñí al querer tener más contacto directo. Bajó un poco mi ropa interior liberando mi miembro, su mano lo tomó con delicadeza, quedé sin aliento cuando empezó a bajar y subir su suave mano, cuando creí que no había nada mejor que éso sentí su lengua pasar por mi abdomen hasta llegar allí, levanté mis caderas junto a un gemido cuando metió mi miembro en su boca.

-Linda...-Dije en medio de un suspiro, abrí mis ojos y verla así me calentó más.

Empezó a bajar y subir lentamente, mi respiración era cortada por la satisfacción que me daba. Cuando empezó a ir más rápido gruñía de placer, llevé mi mano a su cabeza y la separé, la atraje hacia mi cuerpo y la besé, froté mi miembro en su zona arrancándole ahora a ella gemidos.

-Hyun- suplicó ella recomviendose.

Sonreí de lado por el cuadro que tenía ante mis ojos, estaba tan expuesta y al mismo tiempo tan adorable. La penetré con fuerza haciendo que ella gimiera fuertemente arqueando su espalda hacia atrás, la tomé de sus caderas y empecé a ir rápido, sus manos se posaron en mis hombros mientras gemía mi nombre, recordé a las vecinas y sonreí con satisfacción, ahora ya sabrían quién me tiene completamente loco.