💛 6 💛

2K 228 177
                                    

Shawn siempre quiso algo lindo, pero la vida se lo prohibió así que él juega ahora con la vida.

Atte: Mara.

Me quedé quieta en mi lugar, notando como Astra aún seguía moviéndose hasta que se percató de mi cara: ¡Nos cacharon!

Y las tres siguieron la dirección de mis ojos hasta las gradas donde estaba sentado Evan, atento, con un cigarrillo en la mano que liberaba ese color rojizo cada vez que él lo aspiraba. Giñó brevemente el ojo, e intenté hacer que nada pasaba pero en verdad si pasaba porque mi estómago se tensó de solo hacer contacto visual.

-Pensé que nadie venía a esta hora.-Astra reviso su celular, el cual marcaba las dos de la mañana.-Que equivocada estaba...

-Ire a hablar con él.-agregué quitándome el casco, y al instante pasé mi mano por mi pelo para arreglarlo.

-Lleva el bate, un chico a esta hora por más que sea conocido hay que desconfiar.-ofreció Astra, ganándose una mala mirada de Jane.

-Debes dejar de leer y ver series tan patéticas.

-¡Son basadas en la vida real!-se sobresaltó, pero luego volvió a mirar a Evan-Aunque él está como para que me robe hasta la dignidad...

-No, no creo.-sonrió con malicia Jane.-Tu solita la perdiste hace mucho.

Iba a quedarme a la discusión que se había armado entre la morena y la rubia, aunque solo era para molestarse una a otra, porque en verdad se querían. A su modo.

¿Vieron ese momento en el que caminas hacia alguien y te sientes como el estilo: camino así normalita, como casual o al estilo desfile? Bueno, así me sentía yendo hacia Evan que seguía en su sitio analizando mis movimientos, hasta que estuve frente a frente con él, y sus ojos me incomodaba cada vez que los fijaba con los míos.

-Emm...-miré en dirección a mis amigas que estaban discutiendo, y Jane estaba por darle con otro bate a Astra.-¿Despejando la mente?

¿Yo dije semejante estupidez?

Siguió en silencio, muestras daba otra calada al cigarrillo, dejando liberar el humo por las fosas nasales. Oh, quería tanto una fumada...en verdad no podía por mis problemas respiratorios, y casi termino asfixiada con la marihuana del otro día, debía cuidarme.

-¿Quieres unirte?-ofreci mi bate, tratando de que hablara conmigo.

Bien, en verdad era un chico muy raro, de esos que querías dar mil brincos lejos de él.

-¿Quieres siquiera decirme una vocal?-inquirí, ganandome una mala mirada por parte de él.

Pude notar que tenía puesto su pijama: remera gris con mangas rojas, y pantalones negro/blanco a cuadros, y unas zapatillas simples.
Okay, no estaba funcionando. Lo mejor era irme hasta a mis amigas que ahora correteaban por todo el campo huyendo de Sophie que se había cansado de ellas dos y sus típicas peleas. La pelinegra si sabía manejar una situación, y lo había aprendido conmigo ya que varias veces me persiguió con cosas para que yo calmara mis humores. La peor de las cuatro, no era yo, era Sophie.

Debía interferir antes de que terminemos en el hospital, así que me bajé de las dos gradas dando saltos hayas que pasé la barra y fue cuando escuché una voz masculina:

-Buenas noches, dulce.-me giré sobre mi propio eje a ver a Evan, quien ahora estaba parado pisoteando el cigarrillo.-Lindo baile.

Me quedé en plan: khe?

En cuanto lo vi alejarse, pude hablar:

-Buenas noches, Evan.-murmure casi para mí, pero me miró de reojo y siguió su camino sin preocupación alguna.

Mala Reputación©-Terminada✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora