"¡CUIDADO!"
¡¿Espera, gritando?!
¡¿Por qué podía gritar de repente?!
Volvió la cabeza en confusión. ¡¿Dónde estaba?! ¡Este no era su apartamento!
Mirando hacia abajo, notó sábanas blancas cubriendo su cuerpo.
¡¿Estaba en una cama?! Escaneó su entorno en confusión.
¡Conocía este lugar!
¡Esto era de Shinra!
¿Qué pasa-?!
"Ah, Izaya! ¿Te despertaste?" El doctor entraba apurado en la habitación
Totalmente confundido Izaya miró a un conocido médico con cuidado entrando en su habitación.
"Shinra...?", Susurró confundido.
Qué... ¿Qué estaba pasando? Pensó que tenía... ¿Qué?
"Ah, dormiste bastante tiempo. ¿Cómo te sientes, ¿estás bien?" Shinra preguntó acercándose al cuervo.
¿Dormido?
Espera.
¿Había soñado todo eso? No, imposible, no... o lo hizo?
Tomó la cabeza en las palmas de las manos mientras trataba de tomar la información confusa.
¿Qué estaba pasando?
"¿Aún te duele la cabeza?" Shinra preguntó, pero Izaya ignoró al doctor.
Su cabeza se lanzó alrededor, escaneando la habitación.
Sólo... ¿Soñado? ¿De verdad?
¡¿Pero qué hay de esos tipos?! ¿Qué hay de su apartamento, qué paso-
"Shinra, ¿dónde está Shizu-chan?", Preguntó, por primera vez mirando al médico.
De repente sus ojos se ensancharon en shock- Shinra... parecía que había llorado!
Una mirada confusa
Mirando a Izaya como si estuviera loco, fue dirigida a él.
"Tu... no te acuerdas?", Preguntó de repente y Izaya tiene un sentimiento realmente malo en esa pregunta.
"¿Qué no recuerdo? Pregunté dónde está Shizu-chan, ¿no debería estar aquí? ¿Dónde está?!"
Izaya no sabía por qué, pero de alguna manera entró en pánico. Su voz gritó al final de la pregunta.
Algo andaba mal, muy, muy mal.
El corazón de Izaya se saltó un latido.
No...
No, no, no, la forma en que Shinra le veía.
No, no me digas-
"Shizuo..." lágrimas comenzaron a reunirse en los ojos del informante. Pero no pudo alzar la mirada al médico.
¡No, por favor no digas lo que creo que quieres decir...!
Shinra "Izaya calmate, antes-"
"... Shizuo... no salió de allí."
No.
El estómago de Izaya se estremeció, tenía ganas de ahogarse.
¡No!
¡No, esto no es verdad!
"Izaya cálmate no entres en pánico" dio el medico mientras trataba de calmar al claramente agitado informante
