Capítulo 4 - Midnight High School

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Cuando desperté estaba solo en la habitación. Miré el reloj y vi que eran más de las doce de la mañana. Me quite el pijama y me puse la ropa del día anterior antes de ir a desayunar. Baje las escaleras y vi a Kat con sus padres, aunque no vi a mis tíos por ningún lado.

-Buenos días a todos.

-Buenos días Drake, espero que hayas dormido bien. Tus tíos ya se han marchado, tenían que arreglar un par de asuntos, pero te dejaron unas llaves de la casa para que puedas ir cuando quieras. -Me explico Matthew.

-De acuerdo, gracias por decírmelo.

-Oye Drake, ¿vas al mismo instituto que yo verdad? -Me pregunto Kat. Estaba tan guapa como siempre. Seguía con el pijama que llevaba la noche anterior, pero se había puesto una chaqueta de color azul y llevaba el pelo suelto.

-Sí, al Midnight. -Mi tío me había dicho que lo había escogido porque era uno de los pocos que impartían las clases en español.

-Ya veras, el sitio es precioso, esta algo alejado de la ciudad, rodeado de vegetación con arboles enormes. Al principio tal vez te cueste adaptarte, la gente puede ser un poco... crítica, pero la mayoría son buena gente cuando los conoces.

-Si tu lo dices... La verdad es que nunca se me dio bien hacer amigos, siempre se me dio mejor estar solo. -Dije yo, cambiando a una expresión un poco más sombría. -Me cuesta confiar en gente nueva.

-Vamos, no digas eso, que a mi solo me viste dos veces en tu vida y ya nos hablamos como si fuéramos amigos de toda la vida. -Ella volvió a mostrarme su perfecta sonrisa.

-Pero es que contigo es distinto, cuando te conocí tuve la sensación de que podía fiarme de ti, pero nunca me había pasado con nadie más. -Le expliqué.

-Bueno, tu por lo menos intenta hacer algún amigo, ¿vale?

-De acuerdo, lo intentare, pero no te prometo nada.

-Con eso me vale. -Me volvió a sonreír, con esa sonrisa que hacía que cada vez me enamorara más de ella.

-Oye Drake, ¿Cuáles son tus planes para hoy? -Me pregunto Alyson.

-Pues tendré que ir a casa para ir preparando las cosas para ir mañana a clase. Además, todavía no me instalé del todo en mi habitación aún tengo que colocar muchas cosas. -Contesté.

Estuvimos hablando un rato más y después de terminar el desayuno me despedí para marcharme a casa. Cuando llegué al edificio aparqué el coche en el parking subterráneo y use la llave que me dejaron mis tíos para que el ascensor me llevara a su piso. Al entrar saludé pero no me contestó nadie. Caminé hasta la cocina y vi que había una nota en la mesa. "Drake, tenemos que atender unos asuntos urgentes en Boston. Sentimos muchísimo dejarte tirado de estar manera cuando acabas de llegar, pero son asuntos importantes y no podíamos aplazarlos. Estaremos fuera un par de semanas, te dejamos la nevera llena, pero por si no te apetece cocinar también dejamos el número de una pizzería a domicilio y la dirección de un par de restaurantes. Tienes algo de dinero en tu habitación, además de tu propia tarjeta de crédito, puedes comprar lo que te apetezca. De verdad sentimos no poder estar contigo. Besos, Erick y Rose" ¿Así que voy a estar solo unos días eh? Bueno, así tendré algo de tiempo para ir acostumbrándome a la casa y a lo demás, pensé. Subí a mi habitación y vi el dinero que me habían dejado mis tíos encima de la cama. ¡Debía de haber más de cien mil dólares! Decidí guardar la tarjeta y algo del dinero en mi cartera, y guardar el resto en la caja fuerte que tenía en el armario. Las horas fueron pasando hasta que dieron las diez de la noche. Me había pasado todo el día colocando mi habitación a mi gusto mientras escuchaba algo de música. Bajé a la cocina para comer algo antes de acostarme. Cuando mis tíos dijeron que habían dejado la nevera llena no ere broma, ¡estaba a reventar! Rebusque un poco entre toda la comida y cogí una gelatina de fresa y un tarro de helado de dulce de leche, los subí a mi habitación y me puse a comer tirado en la cama. Me quedé viendo la tele un rato, cuando a acabe la comida recogí todo y lo bajé a la cocina. Subí y me lavé los dientes antes de ir a meterme en la cama. Estaba agotado así que me dormí al poco de apagar las luces. Las siguientes imágenes que vi me dejaron muy desconcertado. Estaba de pie en lo que parecía ser un claro dentro de un frondoso bosque. Era de noche y la luna brillaba con fuerza en el cielo, era una noche de luna llena. Mis ojos se quedaron clavados en la luna y noté como una enorme ráfaga de poder invadía todo mi cuerpo y lo mas extraño es que provenía del lugar donde estaba el mordisco. Un instinto salvaje se apodero de mi y noté que estaba a punto de pasar algo, pero de repente me desperté entre jadeos, sudando. Miré el reloj y vi que eran las tres de la mañana. Decidí que me vendría bien tomarme una ducha antes de volver a intentar dormirme, aunque no sabía si podría conseguirlo. Aquel sueño había sido demasiado real. Cuando terminé en la ducha cogí otro pijama y me volví a meter en la cama. Antes de dormirme volví a comprobar el teléfono para asegurarme de que había puesto la alarma para mañana, no quería llegar tarde a mi primer día en el instituto. Tardé un poco, pero al final acabé sucumbiendo al sueño.

Lobo SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora