Los Nuevos Amigos de Soundwave

Lejanía

Décimo capítulo:

No muy Lejos del planeta donde estaban Rumble y Frenzy esclavizados, había un planeta llamado Exlon habitado por otra especie mecánica parecida a los cybertronianos llamados Exlonianos, en este planeta se encontraban los otros dos cassettes desaparecidos de Soundwave: Laserbeak y Ravage.

Habían sido vendidos a una especie de zoológico de criaturas mecánicas en aquel planeta, donde se les tenia separados y encerrados en pequeños recintos delimitados por vidrios resistentes de un lado y metal reforzado del otro, con la misma comida repetida todos los días y falta total de estímulos y diversión, donde los visitantes podían pagar una entrada para observarlos y reírse de su sufrimiento sin notarlo.

Pero este zoológico guardaba un oscuro secreto que los visitantes desconocían y por suerte los animales mecánicos en el también pues se suicidarían con más frecuencia al saberlo, el zoológico vendía animales ilegalmente para cacerías enlatadas a los mejores postores, era una buena fuente de ingresos, aunque ilegal y condenada supuestamente por el gobierno de ese planeta, claro a menos que pudieras sobornarlos con mucho dinero.

Las cacerías enlatadas: Son cacerías en las que se liberan animales en una zona ya delimitada con cercas, por ejemplo, únicamente para ser asesinados por cazadores al poco tiempo de ser liberados, sin posibilidades de escapar.

Cuando los animales mecánicos desaparecían misteriosamente y el público preguntaba por ellos los empleados del zoológico simplemente contestaban que habían muerto naturalmente por alguna enfermedad, que habían sido transferido a otros zoológicos para conservarlos o la más estúpida escusa de todas que habían sido liberados de vuelta en su habitad natural cuando realmente, se convertían en trofeos para la pared de algún cazador orgulloso de su cacería.

Laserbeak

Laserbeak estaba claramente en estado de depresión había estado encerrado en una pequeña jaula donde difícilmente podía volar más allá de un par de metros sobre el suelo, lo que estaba atrofiando sus alas por falta de ejercicio y además se había desgastado el pico tratando de escapar picando los barrotes de esa especie de aviario donde se encontraba.

Sin embargo, Laserbeak a pesar de los años trascurridos conservaba la esperanza de que algún día podría volver a volar hacia el horizonte a miles de metros sobre el suelo sin que nada ni nadie pudieran volver a apresarlo en aquel espantoso lugar. Desde donde estaba podía escuchar y responder los rugidos molestos de Ravage, pero no podía verlo, de hecho, hace ya muchos años que no lo veía.

Laserbeak había visto como varias aves mecánicas que habían sido sacadas de sus habitad naturales preferían morir dejando de comer o estrellándose contra el suelo para terminar el tormento de estar en aquel pequeño lugar cuando alguna vez tuvieron el cielo para ellas solas, eso no aumenta sus deseos de querer mantenerse con vida, pero resistía.

Más allá del aburrimiento que vivía, Laserbeak había observado un extraño comportamiento de parte de los trabajadores, cada cierto tiempo siempre tenía lugar un acontecimiento de noche cuando los visitantes casualmente no estaban como una especia de hecho clandestino lo que no le daba buen presentimiento. Los empleados anestesiaban y metían en jaulas a algunos animales robóticos casi siempre animales famosos por su agresividad en el zoológico para luego cargarlos en naves donde no se volvía a saber de ellos nunca más.

Laserbeak era famoso por ser el ave más agresiva del aviario de hecho había atacado a varios trabajadores y en una ocasión le había arrancado el ojo a uno de ellos, desde entonces a todos les daba miedo alimentarlo, así que solo le lanzaban la comida adentro en el piso y ya. Esto hizo que se preguntaba si alguna vez él y Ravage terminarían en una de esas naves para nunca regresar.