Mis luchas y sueños (fanfic gakuen alice)

Capítulo 42 (sin editar)

Mikan POV

Mi grito atravesó el aire cuando el látigo se estrello en mi espalda haciéndome sangrar.

—¡Nee—chan! —grito Youichi mientras intentaba safarse de las cadenas.

No se cuanto tiempo ha pasado desde que se fue Rei, pero ya perdí la cuenta de cuantos golpes me han dado. Mi cabeza me duele horriblemente y la cortada de la sien no ha dejado de arderme, no hay ni un solo lugar donde Kounji no me haya golpeado con el látigo y aún así sigo provocándolo.

—¿Eso es todo lo que tienes? Pense que después de todo el discurso de ser una mala chica y de haberte traicionado el enojo te daría más fuerza, pero sigues golpeando como niña.

Una bofetada me rompió más el labio y sentí un pinchazo en el costado, cuando mire Kounji me había clavado una aguja y no necesitaba preguntar, para saber que era algún tipo de veneno.

Le escupí en la cara.

Natsume POV

Cuando los tres terminamos con Tetsuya y los demás nos dirigimos hacia la oficina de Kounji, si Mikan no tuvo ningún problema ya debería haberlo matado. Un grito retumbo por el pasillo y sin pensar si era alguna trampa corrí hasta la oficina con Ruka y Hotaru detrás. Por suerte no nos encontramos con nadie.

El miedo y la ira me dominaron al ver a Mikan encadenada y sangrando; maldiciendo lance una bola de fuego a Kounji pero desaparecio antes de llegar a la mitad de la habitación.

—Mira quien vino a verte, Mikan. —Se burló Kounji—. Es una lastima que no puedan romper la barrera ¿verdad?

—Eres un... —comenzó Ruka antes de ser interrumpido.

—¿Tan débil eres que necesitaste colocar una barrera? Qué decepción. —Lo provocó Mikan a pesar de estar jadeando.

La ira endurecio las facciones de Kounji y con una velocidad impresionante la golpeó repetidamente con el látigo, la sangre comenzó a salir de la nuevas heridas y sus gritos llenaron la habitación. No importó que tan duro golpeábamos la barrera, cuantas bolas de fuego lanzara, ni cuanto le suplicara a Kounji que parara; él la seguía golpeando y los gritos de Mikan cada vez eran más fuertes.

Luego de varios minutos eternos, Kounji se detuvo con una sonrisa satisfecha en el rostro, la pesada respiración de Mikan trono en mis oídos y aún podía escuchar sus gritos en mi cabeza. ¿Cómo es que las cosas terminaron así?

Mikan no se movio y el miedo en mí aumentó.

—¡Nee—chan!

Por primera vez desde que llegamos vi la pantalla detrás de Kounji; Youichi se retorcia tratando de librarse de las cadenas mientras Aoi lloraba en silencio. Sus heridas me dijeron porque Mikan termino así.

—Debe ser realmente frustante no poder hacer nada por los que quieres ¿verdad?. —dijo Kounji cojiendo a Mikan por la barbilla y mirándome a los ojos.

Sentí mis palmas llenarse de sangre debido al fuerte agarre que tenía.

—Eres un bastardo. —gruño Ruka.

—Insultarme no va a evitar que ella sufra.

De repente Mikan comenzó a reírse, haciendo que la atención de Kounji se centrara en ella.

—Definitivamente eres un espurio degenerado. Y va a ser un placer matarte.

Un movimiento en la pantalla llamó mi atención. Persona estaba frente a Youchi abriendo las cadenas, mientras Aoi estaba detrás de él frotándose las muñecas.