Cap. 9 - Estoy aquí para siempre.

64 27 26
                                    

Pov Taehyung

Tras curarme las heridas, nos acostamos (cada uno en su cama).

Diría que Jimin ya se había quedado dormido puesto que su respiración era lenta y no se movía mucho.

He de decir que esta faceta suya me sorprendió mucho, la primera vez que lo vi pensé que sería el típico idiota que se alegra de molestar a otros, en cambio estaba totalmente equivocado. En realidad es un chico como cualquier otro con problemas, joder, ni siquiera me ha tratado mal en algún momento y lo he juzgado.

Creo que debe tener algunos problemas familiares para que se preocupe por su hermano de esa manera tan sobreprotectora y solo se hace el fuerte para tratar de que no lo hieran.

No es tan diferente a mi o a mi hermano Jinnie al final de cuentas...

No consigo dormirme, todo esto está haciendo que mi ansiedad suba haciéndome recordar momentos del pasado que definitivamente no quiero recordar.

————————》Flashback《—————————

[Taehyung: 14 años Jin: 16 años (Continuación flashback cap. 3)]

Nos encontrábamos en silencio, después de que mi hermano abriera la puerta del cubículo y me encontrase así, lleno de comida, basura, llorando y con algunos moretones en la cara, ninguno de los dos se atrevió a decir nada.

– Levántate. – Dijo con ¿Pena? Nadie podría sentir pena ahora mismo por mi, no tendría sentido, sería vergüenza, vergüenza de tenerme como hermano.

Me levanté sin mirarle abrazándome a mi mismo, me sentía tan humillado...

– Quítate la sudadera ¿Sí? – Lo miré con terror. ¿Acaso ahora quería reírse de mi cuerpo? No, tal vez me quería pegar también por ser tan débil.

– Lo siento, de verdad, no... No me hagas nada, por favor, te lo suplic-. –

– No te voy a hacer nada, es para que te pongas la mía, la tuya está toda sucia. – Yo seguía temblando, él lo notó y me abrazó fuerte, después de tanto tiempo, en la escuela me sentía protegido. – Toma la mía. – Dijo mientras me la daba.

Me quité mi sudadera viéndose un poco mi amorotonado abdomen, él por su cara pude ver que se había dado cuenta. Se acercó y me intentó tocar con sumo cuidado, aunque yo no pude evitar echarme hacia atrás asustado. Él retiró su mano y pidió disculpas en un susurro mientras yo terminaba de ponerme su sudadera.

– Venga, nos vamos a casa. – Dijo con la mirada triste.

– Pero aún quedan unas 3 horas. –

– Me dan igual las clases, me importas tú.  – Refutó mientras me limpiaba con un pañuelo rastros de suciedad en mi cara.

━━━━━━

Tras un camino totalmente en silencio, llegamos a casa y soltamos las mochilas.

– Vete a dar una ducha para que te sientas mejor y luego hablamos ¿Vale? –

Asentí y me dirigí al baño. Una vez el agua estaba a mi gusto entré y me quedé ahí, apoyando la cabeza en la pared y sin fuerzas.

Comencé a llorar de desesperación mientras daba pequeños golpes a mis piernas.

¿Qué se suponía que le iba a decir? "Hola hermanito, se que te acabas de enterar ahora, pero me llevan haciendo la vida imposible desde hace un año solo por ser gay, pero no puedo decir nada, porque entonces tu también me odiaras y tengo miedo, joder... Mucho miedo" Dije las últimas palabras en voz alta con la voz rota del llanto.

Salí de la ducha una vez terminado y me senté en el suelo abrazando mis rodillas. "¿Por qué yo? ¿Por qué tenían que gustarme los chicos?"

Mire a mi lado y cogí la navaja que solía utilizar para descargar todo mi dolor.

No sé en qué momento me volví tan estúpido, yo era feliz, realmente lo era, ¿por qué tenía que fastidiar mi vida naciendo así? Pasé la cuchilla por mis antebrazos, un corte por cada miseria de mi vida.

1. Por ser un idiota.
2. Por cortarme.
3. Por ser tan débil.
4. Porque nadie nunca me querrá.
5. Por hacerle la vida imposible a mis padres.
6. Por no tener amigos.
7. Por no saber defenderme.
8. Por ser gay.
...

Comencé haciendo trazos finos y delgados hasta que comencé a sentir la necesidad de hacerlos más profundos, hasta el punto en el que perdí la cuenta de cuantos llevaba.

Cuando me sentí despejado, dejé caer la cuchilla al suelo y respiré profundamente, se sentía como una droga, poder al fin soltar todo este dolor, sentir que al fin, una vez en mi vida tenía el control sobre lo que mi cuerpo sufría o no, sencillamente liberador. Miré mi brazo ensangrentado, mientras pequeñas gotas de los primeros cortes se iban formando para finalmente caer en el frío suelo, era precioso.

Tras lo que creo que eran unos minutos, me levanté y pasé mi brazo por debajo del grifo, picaba un poco, pero no me importaba.

Entré a mi cuarto dispuesto a coger la ropa para cambiarme, pero no esperaba encontrarme a mi hermano sentado en el borde de la cama con los ojos rojos y con cara de horror mirando mis brazos.

– Pue- Puedo explic-. –

– ¡¿Explicar qué Taehyung?! – Me gritó y entonces entendí, me estaba juzgando, se avergonzaba de mi, y seguro que ahora también comenzaría a molestarme o hasta a pegarme, porque pensará que solo soy un "suicida de mierda". – Tae, mírame, por favor Tae. – Dijo levantándose para luego acercarse a mi. "¿Me iba a pegar?"

– No me hagas daño por favor, no me pegues, tu no, te lo suplico. – Dije con un hilo de voz mientras me echaba para atrás hasta tocar mi espalda con la pared.

Me tomó de la muñeca con delicadeza y me acercó a él, no me hizo daño, al contrario, me abrazó fuerte para darme a entender que me protegía. Hacía mucho tiempo que lo necesitaba. "¿Por qué fui tan estúpido de distanciarme?"

– Mírame bien Tae, no voy a dejar que te hagan daño, estoy aquí para lo que me necesites, pero para poder ayudarte necesito que me digas que te está pasando. ¿Te hacen molestan en la escuela? ¿Es por eso que te has distanciado? Yo nunca te podría hacer daño Taetae, por favor, deja que te ayude. ¿Vale? –

Asentí, abrazándolo mas fuerte. Yo estaba sollozando, soltando otra vez todo este dolor que llevaba aguantando.

Mi garganta dolía, era demasiado, demasiado dolor, demasiado agobio, demasiado sufrimiento y estrés solo para un minero año. De un momento a otro comencé a hiperventilar, y no podía parar, mi corazón iba a mil y mis manos estaban temblando mientras apretaba la camiseta de mi hermano.

Estaba teniendo un ataque de ansiedad delante suya.

Me empecé a marear y traté de agacharme para sentir el suelo y asegurarme de no hacerme daño si me caía, a la vez que seguía hiperventilando y llorando a la vez. Mi vista se nubló y no reaccionaba como debía, solté a mu hermano y me agarré el pelo comenzando a tirar de él con fuerza mientras apoyaba la cabeza en la pared aún tratando de tranquilizarme.

No era la primera vez que tenía un ataque de estos, pero si era la primera vez que lo tenía delante de Jin.

– Respira, nadie más te va a hacer daño. – Escuché a mi hermano hablar, pero estaba lejos. – Por favor. – Dijo con la voz rota, ¿Estaba llorando? Si, mi hermano estaba llorando y era por mi culpa. Él no era el tipo de persona sensible, pero supongo que solo daño a la gente que me rodea.

Poco a poco empecé a ver puntos negros que cada vez se fueron haciendo más grandes hasta que no pude percibir más que oscuridad y dejé de ser consciente de mi entorno.

Finalmente, tranquilo.

Las Dos Caras De Una Moneda.◈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora