THE ROYALS (kookmin)

IX

Todo en el palacio era un caos, los empleados corrían de un lado a otro preparando el gran almuerzo de bienvenida para el rubio mientras que por otro lado estaban los guardias  al pendiente que nadie se pueda infiltrar dentro del palacio, era un caos total.

Sobre todo el nerviosismo reinaba en aquel pequeño rubio que se encontraba sentado en el gran salón junto a su posible futuro príncipe y el rey de Corea.

-me alegra mucho que lograras aceptar la invitación de mi hijo, Joven Park - exclamó el mayor de estos en un tono amable tenia una voz cálida

- bueno la verdad, estoy muy agradecido de que me puedan brindar esta gran oportunidad su Alteza prometo no decepcionarlos

-Querido padre estas viendo? Jimin es un chico muy bien educado - hablo el castaño orgulloso mientras que el rubio se ruborizaba

- si.. lose Taemin, joven Park supe que eres muy amigo del hijo de mi jefe de seguridad - ejecuto el rey brindándole toda su atención al rubio

-si Taehyung es mi amigo y ex compañero de la preparatoria en Busan

- claro tu infancia - murmuró el mayor - cuéntame de tu infancia Jimin

- lo siento, es que no recuerdo mucho sobre mi infancia, sufrí una crisis emocional a los ocho años y tuvieron que llevarme a terapia para superar todas las crisis con las que estaba lidiando en ese momento...

- espera - interrumpió el rey con el semblante muy serio - me estas diciendo que no recuerdas a....

- padre que tal si pasamos a la mesa ya es hora del almuerzo -lo interrumpió el castaño

El rey quedo pensativo con aquella información el sabia todo de Jimin desde que era pequeño, por que uno de sus mellizos llegaba muy emocionado al palacio a contarle a todos los empleados sobre todo a su padre ya que eran muy unidos de sus grandes aventuras en Busan que el pequeño príncipe disfrutaba con sus dos verdaderos y únicos amigos que el pelinegro tenia.

-me parece buena idea - respondió el Rey suspirando pesadamente mientras miraba de reojo a su hijo

Caminando los tres juntos a la par por un extenso pasillo lleno de lujosos cuadros familiares, el rey y el príncipe caminaban platicando pero el rubio estaba en su propio mundo, no dejaba de admirar todos los cuadros familiares de la familia real hasta que vio uno que atrajo toda su atención se trataba de dos niños sentados bien vestidos en traje de esmoquin y con unas pequeñas coronas encima de sus cabelleras se veían adorables, sobre todo uno de esos niños lo dejo perplejo sentía que era un rostro familiar para el, siempre que miraba a ese niño en todos los periódicos o libros le daba esa misma sensación de calidez pero no lograba deducir todo ese asunto que le causaba un lió a su mente.

 ¿Acaso ellos se habrán conocido? La misma pregunta de siempre y la misma respuesta no lograba recordar.. sobre todo le sonaba absurdo que el pudiera haber conocido al príncipe Jungkook lo hubiera recordado.

Seguía parado admirando ese enorme cuadro sin darse cuenta que el príncipe y el rey llevaban unos pasos mas adelante que el, hasta que uno de ellos se dio cuenta de su ausencia el castaño giro en sus hombros para ver al rubio parado admirando el gran cuadro de el y su hermano fallecido.
-Jodida mierda - susurró para el mismo el castaño
-- Jimin!- el nombrado volcó a mirarlo
-hum!? - fue la única respuesta que dio mientras levantaba una ceja
- vienes?
-claro claro.. lo siento - expreso mientras corría en pequeños pasos para llegar a su lado

Fue un almuerzo muy peculiar llena de comida como para 50 personas y ellos solo eran 3
¿Es todo esto necesario y luego que aran con toda esta comida? - pensaba el rubio - y lo peor ¿cual de todos los tenedores y cuchillos debería utilizar? Tenia como 6 cuchillos al igual que tenedores y cucharas al frente suyo  "estaba perdido"

Mirando con el ceño fruncido cual de todos los cubiertos agarrar primero, sintió una mano posarse encima de la suya, miro su mano luego levanto el rostro para ver de quien se trataba

-Tranquilo Jimin - esbozó una calidad sonrisa el castaño - de poco iras aprendiendo por el momento sigue mis movimientos

El rubio solo asintió mientras le dedicaba una sonrisa reluciente y un sonrojo visible.

El es todo un caballero - pensó el rubio

El rey solo miraba en silencio aquella melosa escena mientras analizaba toda la situación que estaba pasando y todo el lío que se avecinaba

-De todas las personas que hay en Corea, ¿tuvo que elegirlo a el? - pensó el Rey 

Terminando el almuerzo después de probar todo un exquisito bufete mientras tenían una charla muy tupida conociéndose mas, el Rey pudo darse cuenta de aquella personalidad cariñosa, amable y calidad que hipnotizo a sus mellizos. 

-Bien Jimin ha sido un ajetreado día para ti - sonrió el mayor de los tres mientras se levantaban de la mesa - necesitas descansar y instalarte para que mañana escojas la mejor academia de baile que a ti te parezca

-esa es buena idea padre

- si bueno.. creo que es lo mejor por ahora nuevamente muchas gracias su Alteza

-lleven al joven Park a instalarse y necesito que sepan que todos están a su disposición a partir de ahora - ejecuto el Rey mientras miraba a todos los empleados presentes - descansa Jimin - le dedico una cálida sonrisa brillante al rubio, este solo asintió mientras seguía a una de las mucamas lo miro hasta que desapareció de su vista y esa cálida sonrisa se convirtió en un rostro serio volcó en sus talones para mirar a su hijo fijamente.

Apuntándole con el dedo el Rey gong yoo ejecutó - tu, sígueme tenemos que hablar

Comenzamos con el puto drama - pensó el castaño

Por el otro lado el rubio se sentía en su propio cuento de hadas todo estaba aconteciendo muy rápido analizaba todo mientras se dirigía a su nueva habitación, dos grandes puertas fueron abierta para mostrarle una habitación enorme llena de lujos y cama enorme

Todo esta precioso! - pensó entusiasmado

Se adentro mas para poder admirar  mas cada detalle de la lujosa habitación  delineando cada objeto mientras caminaba rodeando el lugar hasta que sintió unas enormes manos rodear por sus hombros hasta apoyar su cabeza en el hombro de rubio, conocía bien esa fragancia dulce.

-Bienvenido a tu infierno chimchim - El rubio se giro para ver al peliazul dedicándole una  de sus sonrisa cuadradas

-No hables así Tae - respondió con un tono de enojo

-Bien, luego no digas que no te lo dije.. te tengo un buena noticia 

-explícate rápido necesito acomodar toda mi ropa en esos enormes armarios - explico mientras hacia un leve puchero mirando sus maletas

-Que?!! estas loco! tienes a mas de 100 personas a tu disposición deja esa mierda para ellos - ejecuto mientras llevaba al mas pequeño de la mano hacia la cama para sentarlo y el quedarse parado frente a el

--admira a tu nuevo consejero  - se señalo con ambas manos dando una vuelta lenta en su lugar

- enserio? - el peliazul solo asintió emocionado y este se arrojo a sus brazos para abrazarlo y apoyar su cabellera rubia en su hombre - gracias, estaba muy asustado de estar solo en este enorme lugar -  confeso con los ojos cerrados 

- tranquilo mi pequeño ángel desde hoy seré yo tu ángel guardián