¿Cuál Es Tú Nombre?

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Lo más lógico sería empezar todo esto con un "Me Llamo..", pero no sé realmente cómo me llamo.

A lo largo de esta puta vida, Todos y cada uno de los que han pasado por mí vida, Cruzándose conmigo tan sólo unas cuántas horas, me han llamado cómo han querido...

Ellos me han puesto diferentes nombres. Ellos me han llamado cómo su "Amor Imposible", cómo su "Amor de Juventud", cómo alguien a quién han "Odiado", cómo alguien a quién han "Querido" y no han sido capaces de olvidar...

Han tratado mi cuerpo con "Delicadeza", con "Caricias", con "Fuerza", con "Dureza", con "Golpes y Patadas". En resumidas cuentas cómo un Objeto con el que Divertirse...

Siempre ando recorriendo el mismo trayecto. Salgo de la habitación del Hotel en dónde vivo desde hace ya muchos años. Es un hotel algo extraño por así decirlo, dónde ocurren cosas poco comunes.

Se puede decir que Yo ya soy una sombra más dentro de aquí. Soy cómo una muñeca rota que vaga por los pasillos cómo las almas de todos los que aquí han aparecido.

En realidad creo que me divierta esta obscuridad. Yo soy un alma más. Me apoyo en el marco de la puerta y cruzo mis manos y piernas.

Observo mi propio atuendo. Unos tacones negros de aguja se acoplan a la perfección en mis pies, unas medias transparentes que van recorriendo mis piernas hasta llegar a cubrir mis muslos. Luego está el vestido rojo muy ajustado y atrayente el cuál resalta todas las curvas de mí cuerpo. Debajo de el tengo un corsé color negro decorado con algún tipo de encaje. El corsé aumenta aún más mi pronunciado escote en V. Y mis labios carnosos los cubre un rojo carmesí.

De pronto escucho unos pasos y centro mi atención al final del pasillo el cuál estaba algo obscuro. Alguien se aproximaba. Sonrío con malicia al observar a un caballero cargando con una maleta.

Inocente víctima de mis encantos.

Saco el cigarrillo que tenía guardado y lo coloco entre mis labios y me voy acercando a él.

—Será que tendrás fuego?

El deja la maleta en el suelo y me mira algo sorprendido y lo entiendo. Veo cómo recorre mi cuerpo con su mirada en una milésima de segundos, para de inmediato volver a mis ojos.

—Ehh, lo siento, pero no tengo.

—Tranquilo no hay problema. ¿Te quedas por mucho tiempo?—Señalo la maleta.

—No, sólo me quedaré esta noche.

Le sonrió. Lo observo profundamente y el ni siquiera me mira. Ha bajado su mirada hasta la maleta y aprieta entre sus manos una chaqueta.

—Umm con que una sola noche. Y dime, ¿quieres tener la mejor noche de tú vida?

—Pues...Yo...En realidad no sé.

—Tranquilo guapo, No hace falta que te pongas así de nervioso, Pero si tú quieres yo te puedo tranquilizar.

—No, creo que será mejor que no.

—Umm con que no?..Estás seguro? Esta bien. De todas maneras estaré por aquí si es que decides cambiar de opinión. No dudes en llamarme.

Decido caminar nuevamente al marco de mí puerta. Voy moviendo mis caderas a un ritmo hipnótico. Soy consciente de que el me está mirando. Recorro mis caderas con mis manos acoplando mi vestido. Cuento 1...2...3...

—Espera

Me doy la vuelta. Vuelvo a mi posición anterior.

—¿Si, dime?

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