"El diario del recepcionista"

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He estado durante un largo periodo de tiempo buscando un trabajo, un día cuando recorría la ciudad me topé con un letrero en un hotel que decía -"se solicita recepcionista de turno nocturno"-, esto para mí fue algo como caído del cielo, en el pasado ya había tenido trabajos como recepcionista, por lo que fui a preguntar los papeles que necesitaba llevar, al momento de poner un pie dentro del hotel sentí un pequeño aire frio, al principio no le tomaba importancia a esto a causa que podía ser nada mas el aire acondicionado, después de haber preguntado por todo lo que necesitaba salí del lugar, algo que me llamó la atención es que los recepcionistas que estaban en ese momento comentaban en voz baja pero por suerte llegué a escucharlo y decian -"con este serán ya tres en este mes"-, bueno ese tipo de comentario no me lo esperaba pero para mí era como decirme "es un horario pesado" o "es un trabajo matado".

Ya eran mediados de abril cuando me aceptaron en el trabajo, durante unas semanas me dieron una capacitación de como ver las reservaciones en la computadora, como hacer las entradas de los huéspedes, los números telefónicos que debía aprenderme, las zonas que consistía el hotel, entre otras cosas, en la capacitación llegaba a conocer a todos mis compañeros de trabajo a causa que se rotaban los turnos mientras terminaba mi capacitación y de esa forma ya quedarme formalmente en la noche, si llegaba a escuchar hablar a alguno de mis compañeros diciendo que ya estaba listo para estar solo ya que nadie quería quedarse en el turno nocturno, por alguna razón después de ver tanta insistencia en evitar en ese turno empezaba a sonar como una pequeña alarma en mi cabeza, algo curioso era que nada mas los varones eran los que tenían el turno nocturno.

A finales de abril fue el momento que me dejaron ya en el turno nocturno, me dieron las instrucciones de apagar las luces a cierta hora, lo que no me agradaba era que para apagarlas todo era manual por lo que siempre tendría que subir los 3 pisos para apagar las luces, yo tomaba en cuenta como primer piso al piso superior a la del lobby, otra instrucción era de mantener la puerta cerrada, dar entrada a los que llegaran en la madrugada, revisar los correos, lo típico al ser un recepcionista, pero siendo sinceros, si daba algo de miedo eso de estar apagando las luces por lo que mi método era ir hasta el tercer piso primero para luego ir apagando las luces hasta al primer piso. Sincerándome yo le tenía algo de miedo a la oscuridad por lo que siempre tenía conmigo una linterna por si acaso.

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