Capitulo 13

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A medida que transcurrimos por este largo viaje que es la vida vamos conociendo muchas cosas entre ello nos suelen decir, la mayor parte del tiempo en la escuela, cuales son las tres funciones principales del ser humano las cuales son nacer, crecer y morir. Algunos científicos suelen enumerarlo como crecer, reproducirse y morir, pero nadie nos explicó que en ese proceso te podías llegar a enamorar y que dentro de enamorarte esta el rechazo. Si ser rechazado duele, pero ¿Quién en su vida no lo ha vivido alguna vez? Tal vez somos rechazados por parte de las personas al no ser seleccionados para participar en un juego de soccer o simplemente para pertenecer a algún equipo, cuando no somos seleccionados tal vez para la universidad que queríamos o ¿Por qué no? Somos rechazados por ese chico o chica que sin saberlo por las noches nos roba el sueño.

Pero en general el rechazo jamás nos detendrá. Claro sufriremos el ser rechazados para ahora fijar la mira a otra dirección corriendo el mismo riesgo esperando ahora ser aceptados.

Camine lo más rápido que pude al baño soltando toda el aire que acumule para no reclamarle a Tomoe lo mentiroso que había sido ¿Por qué no me explico desde antes su condición? Tal vez al saberlo no lo hubiera obligado a tocar mi mano o no me hubiera sentido tan tonta como me llegue a sentir, hay no ¿Qué hago? ¿debería decirle que sabía todo?

Negué con la cabeza entrando a la ducha, lo mejor por ahora seria dejar las cosas así y actuar como si no supiera nada es lo mínimo que puedo hacer por Ami, ella estaba tan emocionada con el viaje que no se lo podía arruinar. Al salir de la ducha camine a mi habitación escuchando reír en la planta baja a Ami y Mizuki mientras Tomoe repelaba de algo, era extraño, pero por más que lo pensaba ellos parecían humanos como Ami y yo no demonios como Mizuki dijo. Seguí caminando a mi habitación aun tenia que preparar mi habitación ayer lo iba a hacer, pero por quedarme dormida ya no lo hice.

Al estar lista y tener lo suficiente para el viaje baje a la cocina, esta vez decidí ponerme algo ligero dado al calor que seguramente haría, opte por un vestido de tirantes blanco a media pierna dejando al descubierto el nacimiento de mis pechos, recogí mi cabello en una trenza de cola de pescado dejando libres algunos mechones cubriendo mi cara y otros cuantos al sobresalir de la trenza.

-Tomoe odia tanto la playa al no saber nadar – dijo Mizuki riendo.

-¿Eso es verdad Tomoe? – Ami lo vio sorprendida.

-Ya les dije que no es verdad – dijo sonrojado.

-Vamos Tomoe, no tiene nada de malo no saber nadar, yo tampoco se nadar bien – sonrió.

-Lo ves Tomoe – Mizuki sonrió viéndolo.

-Hola chicos – salude tímida.

Tomoe alejo su mirada de molestia de Mizuki viéndome con cara de sorpresa al igual que Mizuki mientras Ami sonrió feliz al verme bajar con mejor semblante, había decidido que lo mejor era dejar todo atrás después de todo este viaje era para divertirnos todos y olvidarnos de los problemas.

-Nanami – me llamo Mizuki sonriendo -Te ves muy linda.

-Gracias – dije sonrojada -Bueno ¿a que hora nos vamos? – pregunté emocionada.

-Si Nanami sobre eso – Mizuki me vio nervioso.

-¿Qué pasa? – pregunte confundida.

-Tomoe te explicara todo ¿no Tomoe?

-¿Qué? – pregunté saliendo de mis pensamientos -A si – asentí sonrojado.

¿Qué pasa? ¿Por qué me sonroje al verla? Es verdad se ponía muy hermosa pero no tenía por qué ponerme así de nervioso. Mizuki sonrió burlón viéndome sin decir nada mientras la morada impaciente de Nanami me veía aún más confundida.

El ángel de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora