Safety

Capítulo cuatro.

NarraThomas.

Después de perder de vista a Sophie analicé todo lo sucedido; La veo a lo lejos, me emociono, la mensajeo creyendo que sería divertido, resulta todo lo contrario y huye de mí, comparte sonrisas con mi mejor amigo. Okay, lo último me descolocaba de sólo pensarlo, él sabe cuánto he hecho para tener algún contacto con ella y cuando sucede, ¿le regala sonrisas coquetas?

—David. —Hablé crudamente llevándolo a quitar la mirada de enamorado que le dirigía a la puerta convirtiéndola en una indiferente hacia mí.

— ¿Y ese rostro?—Dijo soltando una risa, no estoy como para bromas.

—Es el que pongo cuando veo a mi mejor amigo coquetear descaradamente con mi chica delante de mí.

—Es-espera, ¿cre-crees que Sophie y yo…? —Habló con tono de ser inculpado.

— ¿Cómo sabes su nombre?

—Larga historia.

—Tengo bastante tiempo. —Dije cruzándome de brazos.

—Vamos, no te vas a poner a cagar una amistad por una mujer, ¿o sí?

—Sólo dime la mierda que me estás escondiendo y ya, sin rollos.

Soltó un largo suspiro y luego habló. —Okay… te cuento camino a casa. —Dicho esto se dio media vuelta y desapareció por el mismo lugar que lo había hecho mi bella Sophie, ¿o nuestra bella Sophie? Nunca había estado en una situación así con mi mejor amigo y se sentía una completa mierda, porque él es mucho más que un amigo o hermano para mí y por otro lado, con Sophie me pasa algo que ni yo sé que es. 

Me di cuenta que me había hundido en mis pensamientos un tiempo indefinido, así que emprendí camino hacia la camioneta de David, ingresé en ella dejando un portazo y luego de acomodarme encendí un cigarrillo al que le di una larga calada, al exhalar el humo rompí el silencio.

—Terminemos con este puto enredo, cuéntame cómo conoces a Sophie.

Oí como tomaba aire. —Okay… el día en el que fuimos al club, conocí a una chica, en realidad la conocí en teoría, ya que estaba drogada y después la encontré inconsciente en el piso a unas cuadras del club. Cuando la traía de vuelta, apareció Sophie buscándola y ahí la conocí, sin embargo ella no sabe nada de mí. No te conté nada porque no quería que te pusieras así de idiota como lo estás ahora. —Me miró y sentí que aún faltaba algo por agregar.

— ¿Estás seguro de que me contaste todo? —Dije dándole la última calada a mi cigarro y lo tiré por la ventana.

—Desde ese día no he dejado de pensar en la amiga de Sophie. —Confesó mientras encendía el motor del auto y echaba marcha atrás el auto para salir del estacionamiento en dirección a casa.

— ¿Sientes cosas por una persona a la que viste una vez, y que prácticamente estaba muerta? Atrás, necrofílico.

— ¿Has pensado en dejar la hierba? Te está haciendo hablar imbecilidades. Tú también sólo viste a Sophie una vez.

—Dos, contando este desastre, además hablamos un par de horas, y súmale los pocos textos. Y para rematar, all menos ella sí estaba consciente y sabe quién soy.

—Estoy seguro de que ahora desea no haberte conocido, debe creer que eres un psicópata. —Soltó una carcajada. Este hijo de puta sabe como atacarme.

— ¿Qué piensas hacer para acercarte a “droguitas locas”?

Río al escuchar mi apodo para la chica. —No lo sé, había pensado en llegar a ella a través de Sophie y tú, pero como siempre te mandas cagadas, plan a la basura, así que no tengo idea.