Capítulo cinco.

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La trama de este capítulo abarcará el quinto y el sexto capítulo.

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Narra David.

Desde el día de la conversación acerca de Florence y Sophie, con Thomas no hemos vuelto a tocar el tema,  ambos decidimos hacer caso de lo que Thom sugirió. De eso ya han pasado unas tres semanas, en las que por mi lado me sirvieron para mejorar mi rendimiento en la universidad, y por la de Thom para conocer una chica, creo que todo resulta bien.

Ahora me encontraba almorzando un trozo de la lasagna que me había enviado mi madre, ella más que nadie sabía lo malo que soy en la cocina. Mi delicioso almuerzo fue interrumpido por unos golpes en mi puerta, me puse de pie de mala gana y al abrir me encontré con Thomas y su nueva conquista; Kaileen.

—Hola. —Saludé haciéndome a un lado dejando la entrada libre.

—Hola. —Dijeron al unísono mientras ingresaban a mi apartamento.

— ¡Adivina quién está de vuelta en la ciudad! — Dijo emocionadamente Thomas lanzándose a mi sillón.

— ¿Quién? —Pregunté mientras volvía por mi lasagna al comedor.

—Trenton. Mañana hará una fiesta para celebrar el éxito de su álbum.

—¡¡Por fin!! Ese desaparecido no mostraba señales de vida. —Pronuncié mientras comía un pedazo de lasagna.

*Flashback

—Ten cuidado por esos lados homie, a los raperos blancos no se les quiere tanto. —Dije mientras  ponía un par de bolsos en el suelo.

—Seré el próximo Eminem viejo, ya verás. Arrasaré en los charts y seré el rey del negocio, sólo confía en mí. —Dijo y extendió para darme un abrazo antes de partir a Los Ángeles.

*

Y así fue, singles de su álbum debut llevaban semanas en el primer puesto tanto en Billboard como en Itunes.

—Y bueno —dijo Thomas sacándome de mis recuerdos— vas a ir, ¿No? La fiesta es de disfraces.

—Sabes que no me van las fiestas de disfraces.

—No seas amargado, te servirá para despejarte de la universidad.

—Tienes razón, me apunto, esa mierda me tiene llena la cabeza.

—Bien. —Sonrío y se puso de pie, volviendo al lado de Kaileen— Ahora vamos por disfraces, ¿vas con nosotros?

—Claro, espérenme abajo, me cepillo los dientes y voy. —Dije antes de echarme a la boca todo lo que quedaba en mi plato, posteriormente lo dejé en el lavaplatos y fui a cepillarme los dientes. Al terminar, apagué la televisión y salí del apartamento.

Narra Florence.

Me encontraba poniendo la mesa cuando llegó Soph con una caja de pizza en sus manos, después de haber pasado semanas comiendo cosas desabridas  merecía algo de buena comida.

— ¿Recuerdas que te prometí que cuando te mejoraras nos iríamos de fiesta? —Dijo dejando sobre la mesa la caja de pizza que posteriormente abrió. Sentir el olor me abrió aún más el apetito.

—Mmmh, sí, ¿por? —Dije mientras ponía los cubiertos y sacaba una gaseosa del refrigerador.

—Mañana habrá una, y es de disfraces, sé cómo amas esas fiestas. —Se sentó tomando una rebanada de pizza y la dejó en un plato. — ¿Te sirvo un trozo?

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