Disculpen las faltas Ortográficas :b
Chotldrón: 02:35 a.m.
Una pequeña niña de cabellos color castaños se encontraba corriendo detrás de una criatura unos centímetros más alta que ella. No estaba consciente de las altas horas que eran y de dónde estaban, lo único en lo que podía concentrarse era en correr detrás de ese ser tan fascinantes a los ojos de la pequeña.
Se adentraron a un callejón, que a simple vista parecía uno sin salida, pero para sorpresa de la pequeña había una abertura entre las paredes de forma estratégica, pareciendo que no había absolutamente nada.
Ese ser misterioso, le dirigió una rápida mirada a la castaña y siguió avanzando a grandes zancadas.
La pequeña se quedó asombrada al ver esos hermosos ojos color violeta, eran tan potentes y brillantes que era lo único con lo que podía guiarse sin perderse.
Estaba hipnotizada.
La pequeña apretó sus pequeños y tiernos labios con frustración al ver que se quedaba atrás, no estaba tan segura de pasar por ese lugar tan oscuro.
Apretó las manos formándolas en puños a sus costados y trató de dejar atrás el miedo a la oscuridad.
Aguantó todo el aire que pudo y pasó por el mismo lugar que del ser de ojos violetas.
Se quedó asombrada al ver que al final de ese largo pasillo lleno de oscuridad total había una tenue luz al final.
Caminó por el lugar escuchando murmullos, los ojos de la niña se cristalizaron. Tenía tanto miedo, pero ya no sabía en dónde se encontraba o de siquiera del cómo regresar a su hogar. Miró detrás de ella y ya no estaba el lugar por el que había entrado, solo un gran muro de piedra.
Volvió la vista al frente y simplemente corrió, ya no había murmullos, sino desgarradores gritos desesperados. El camino hacia cada vez más largo y sus pequeños bracitos se rodearon a sí misma mientras que respiraba con dificultad.
Su débil mente no estaba preparada para aquello.
No quería mirar a sus costados, tenía miedo de encontrar algo. Los sonidos se detuvieron en cuanto, a duras penas, logró llegar al otro extremo del lugar. El aire fresco invadió sus fosas nasales, llenándolas del rico aroma de las flores y tierra húmeda.
Todo alrededor estaba lleno de árboles, se dejó guiar un poco por el aroma hasta que llegó a un pequeño jardín abandonado. Miró a sus costados, pero no había señales de nadie, solo de un pequeño conejo que merodeaba por el lugar.
Miró a su alrededor con algo de lástima, algunas de las flores que se encontraban en el lugar estaban marchitas o en su proceso.
Observó alrededor del descuidado lugar y pudo observar a la criatura, estaba a unos metros de distancia escondida entre la rama de los árboles, sería difícil de encontrar, pero sus ojos brillantes delataban su ubicación.
—No quiero hacerte daño, solo quiero que seamos amigos —soltó la pequeña de casi siete años, mientras jugaba un poco con sus dedos maltratados por los raspones en sus manos— mi intención nunca fue el asustarte, solo quería mostrarte el brazalete que te hice.
Tanteó en uno de los tantos bolsillos del overol, sonrió satisfecha al encontrarlo y sacó el brazalete, tenía diferentes pepitas que variaba entre los colores negro, blanco y púrpura, junto a dos dijes uno de mariposa y el otro de un gato, le regaló una gran sonrisa mostrando la ausencia de su diente frontal.
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Just a flower in the garden?
FantasyUn mundo en el que ya no sabes en quien confiar. Todo se va a la borda tras la atrocidad cometida por Dalvelith Valng y Rouckselth Kenechitsagger. Chotldron había comenzado a decaer tras el abandono del que sería rey, su familia al no ver resultados...