XIX: Una gran celebración.

4.8K 427 392
                                    

"No quiero irme." El puchero que formó con sus labios, hizo que Harry suspire.

"También quisiera quedarme, pero hay pendientes en el reino que necesitan de mi asistencia..." Se disculpa, besando suavemente los labios rosas de su pequeño. "Prometo que lo compensaré." Dijo, apoyando ambas manos en las mejillas de su omega.

Louis asiente. "Está bien, lo entiendo, Harry." Sonríe hacia él.

Harry asiente. "De acuerdo, hay que irnos."

Ambos corceles estaban cargados de cosas que habían comparado en el mercado del pueblo. La mayoría de rosas que Harry había comprado ya se habían marchitado; Louis se llevó las que habían sobrevivido, que no eran más de diez. "¿Estás seguro que no quieres ir conmigo?" Pregunta el rey, observando el cómo Louis montaba su corcel, el que era de Harry, siendo exactos.

Louis asiente. "Yo me llevé tu corcel, es mi deber devolverlo sano y salvo." Le sonrió, golpeando con sus talones suavemente los costados del animal para que tomara paso.

Harry lo siguió de cerca. "Para ser un inexperto, sabes montar muy bien..." Habla, un pequeña sonrisa pícara surcó sus labios, recordando los momentos íntimos que vivieron en la cabaña; recordando que montando Louis era un campeón.

Sin embargo, Louis no había notado que hablaba de otra cosa más allá de saber dominar al caballo que le llevaba. "Sí, soy bueno, ¿verdad? Me gustaría mejorar, sí." Comentó, observando el bosque y las bellezas que este poseía.

Harry quiso morir de ternura. "Tal vez pueda ayudarte en ello." Habló, ahora sí refiriéndose a montar un caballo.

Recibió una mirada esperanzada de Louis y una gran sonrisa. "Me encantaría."

-

"¡El rey ha llegado!" Proclama el lacayo de Harry. Un rubio de ojos azules y complexión común, más sin embargo, era un omega.

Al abrir las grandes compuertas del castillo; las trompetas reales le recibieron, sus soldados hacían reverencia a su soberano y algunos apartaban la mirada del pequeño de ojos azules al ver la gran marca de su rey plasmada allí; adviertiendo silenciosamente que Louis ya tenía un alfa, y que el rey Styles le cortaría la cabeza a cualquiera que viera a Louis con otros ojos que no sean de reverencia.

"Mi rey." El lacayo rubio les da la bienvenida a ambos, arrodillado al suelo mientras besa la mano de Harry, una en la cual tenía unos grandes anillos de oro y rubíes. "¿Qué tal sus días de descanso, alteza?" Pregunta el omega, quitándole de las manos los morrales que traían ambos. "Lewis, ayúdame con esto, alfa." Pide a un guardia real que estaba abriendo la puerta que daba entrada al interior del castillo.

El alfa rubio corre hacia el lacayo, tomando sin problemas todas las bolsas que el lacayo no pudo sostener. "Gracias, ahora llévalas al cuarto de servicio." Ordena, dándole una leve sonrisa al alfa.

Louis notó que el lacayo y el guardia eran pareja, pues el omega olía al alfa y también llevaba una marca en su cuello, no era reciente, así que ellos eran pareja de hace algún tiempo. "Bien, me fue bien." Responde simplemente, en otra ocasión le hubiese dicho algo para nada gentil, como un: ¿Y qué diablos te importa a ti?, pero también había aprendido que, para Louis, la amabilidad y tacto al tratar a las personas era algo muy importante. Harry sólo quiere complacer a Louis, aún si va en contra de su instinto de mandar a la mierda a todos.

El lacayo asiente, ahora observando a Louis. "Oh, soy Niall Horan, lacayo del castillo Styles." Hace una reverencia con la cabeza hacia Louis, en señal de respeto.

Louis le sonríe. "Louis Tomlinson, trabajaba en el pueblo haciendo tapices para los nobles..." Le dice, no sabía por qué, pero creía conveniente una presentación más formal, no sólo su nombre.

Lo que es del rey. ─═✧LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora