XVI: El rey está enamorado.

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Harry abrazó al ojizarco mientras el tiempo pasaba; esperando ambos a que el nudo del alfa bajara, y también que las, ya no tan abundantes, tiras de su semilla terminaran de llenar en agujero de Louis.

"Hmmm..." Louis gime bajo cuando siente la lengua de su alfa por enésima vez. Desde que el alfa lo había marcado, hacía menos cinco minutos, Harry no ha parado de pasar su lengua por la mordida, para que así pueda sanar rápido y ser una hermosa mordida que representa su lazo. "Oh, Harry, estoy bien, cariño." Trata de convencer, pero está claro que el rey no apartará su lengua en un largo rato de su cuello.

Harry niega, apegando a sí mismo el cuerpo menudo de Louis. "No quiero que duela, mi saliva lo aliviará. La saliva de los sangre pura es más rápida." Informa.

Louis sonríe, encantando de los mimos del alfa para con él. "Me gustaría pasar aquí una temporada. La cabaña es agradable." Comenta, mirando la estructura.

Harry mira alrededor también, preguntándose si era lo correcto dejar su reino y escapar por unos días de todo. Desde que mordió a Louis había sentido que un poco del gran peso que llevaba en su corazón simplemente se desvanecía, como su Louis fuese la cura a sus males, de hecho, él realmente lo es.
"No sé, pequeño, le dije al General que volvería en cuanto te encontrara." Habló, acariciando el muslo que Louis había apoyado en su abdomen.

Louis suspira débilmente, realmente quiere quedarse allí por un tiempo.

Harry baja la mira para ver a su omega, quien había recostado su cabeza en el ancho pecho, el rey suspira al ver el puchero que Louis creía esconder de él. "Está bien, pequeño. Enviaré al águila que te guió para darle mi mensaje, escribiré diciendo mis razones, o al menos las que quiera decirle.

Louis ríe ante el comentario. "Entonces, ¿esa misma águila enviaste tú para buscarme?" pregunta.

Harry suspira, recordando los momentos más difíciles de su vida, y eso que eran varios, pero perder a Louis hacia que los demás se borraran. "Sí, sabía que te encontraría." Sonrió.

Louis también lo hace, dibujando patrones imaginarios sobre el pectoral derecho del de sangre azul. "¿Tiene un nombre?"

Harry murmura. "No. Realmente no tiene uno." Contesta.

Louis levanta su cabeza, mirando a Harry. "Tal parece que la criaste tú..."

Harry asiente. "Lo hice, tenía el ala rota."

"Pero, aun así, no tiene nombre." Dice, no encontrando mucho sentido al por qué no nombrar al bello animal. Él ya lo hubiera hecho.

"No puedes nombrar como tuyo nada que sabes que ya es libre y no te pertenece..." Habla. "Es como cortarle las alas, si la nombraba sabía que luego no podría dejarla ir." Mencionó triste, cayendo en cuenta que su corazón se había llenado de tristeza al recordar que, lo que no quiso hacerle a aquella magnífica ave, terminó haciéndolo con Louis al marcarlo y reclamarlo como suyo. Louis había decidido huir para no verle morir, ahora, si la gran batalla se lideraba, Louis iba a sentir la mitad de su corazón morir junto a él.

Louis gimió bajito al sentir el pesado sentimiento de tristeza, pero no era la suya, él estaba muy feliz, este sentimiento era de su alfa. "¿Está todo bien, alfa?" Pregunta el castaño, inseguro.

Harry parpadea, mirando las bellas facciones contraídas de su pequeño. "No pasa nada, príncipe." Besa la frentecilla de la pequeña criatura en sus brazos. "Iremos al pueblo por suministros para algunos días, luego regresaremos a palacio. Aún necesito darle la noticia al General Payne." Informó, acariciando los cabellos de Louis mientras pensaba en todo lo que tendrían que comparar para pasar, mínimo, cuatro o cinco días en la cabaña.

Lo que es del rey. ─═✧LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora