Tentation 3 (Billie Eilish y Tu) G!P

Capítulo 45

"¡Un médico!"

"Tranquilo, estarás bien, te lo prometo..."

"¿Travis? ¿Me escuchas? Estarás bien... confía en mí por favor"

"Ha perdido mucha sangre, por favor mantenga la calma"

"Travis... mírame, por favor... por favor tienes que ser fuerte"

La sala de espera estaba completamente vacía. Solo el llanto fuerte de Billie se escuchaba en el pasillo. A estas alturas, no le importaba si alguien más la veía o escuchaba llorar de esa manera. Necesitaba desahogarse a base de gritos y lágrimas saladas. Sus mejillas las dejaban caer. Esto era mucho... demasiado para una persona... se tapó el rostro con ambas manos. ¿Qué iba a hacer? Todo estaba perdido. Todo... no había nada que le ayudara a solucionar lo que acababa de aceptar. Estaba en Tentation una vez más. Debía robar una vez más. Debía joder su vida una vez más.

- ¡Mierda! – gritó golpeando su espalda contra el respaldo de la butaca. Su mente estaba nublada por la maldita depresión.

Su móvil empezó a sonar de repente. Esperó a que este sonara tres veces para poder calmar su llanto y contestar con discreción.

- ¿Dónde estás? – la voz de _______ sonaba desesperada, casi como si estuviera gritando. - ¿Dónde mierda estás? – preguntó una vez más. Billie podía escuchar el sonido de varios autos y el rugido de un motor, estaba conduciendo.

Billie tragó saliva, al mismo tiempo, un nudo grande se le formó en la garganta.

- ¿Qué ha pasado? – a _______ se le enfrió la sangre. Podía reconocer sus jadeos. - ¿estás llorando?

- Travis está en el hospital. – respondió ella, con las palabras entrecortadas y llenas de sollozos. Volvió a gemir llena de ira. – maldición, perdóname por desaparecer de esa forma...

_______ soltó un suspiro. La tensión había pasado. Lo único que deseaba era que Billie estuviera bien. Se reclinó en el asiento y bajó la velocidad del Mustang.

- Ya pasó nena. – dijo tragándose todo el discurso que tenía preparado para cuando encontrara a Billie. De todas formas, una parte de ella todavía estaba enojada. - ¿tú estás bien? ¿en qué hospital estás?

- En el central... - dijo aturdida, con suerte había recordado el nombre. - Y _______... no... - susurró y se fregó la nariz. – no estoy bien, te necesito. – susurró afectada. Una ráfaga de todos los sucesos de hoy se le vinieron a la mente. Una imagen de tantas reflejaba a su mejor amigo en una camilla, desangrado y sin poder mirarle, sin poder hablarle.

Volvió a sollozar fuerte... golpeando su espalda contra el respaldo.

_______ cerró los ojos, sintiendo en esa milésima de segundo el dolor que Billie trasmitía en su voz. Su corazón se estrujó.

- Voy a ir para allá, mi vida. – le dijo, escuchándola llorar contra el teléfono. – no te despegues del móvil ¿vale? Estoy ahí, imagina que estoy ahí.

Presionó el acelerador y condujo a toda velocidad. Su corazón latía muy rápido mientras sus oídos acogían el llanto de Billie en el teléfono. Sabía que al llegar tendría muchas explicaciones al respecto, y era justo lo que necesitaba.

- No quiero separarme de ti otra vez... – dijo Billie entre sollozos fuertes. – no de nuevo por favor... - rogó desesperada. _______ frunció el ceño, no iba a pedirle razones de lo que decía todavía.

- No pasará. No pasará nunca más, nena.
Giró en la esquina y se estacionó en el aparcamiento del hospital. Bajó del Mustang con rapidez y corrió hasta la sala de urgencias. Esquivando, saltando y buscando con la mirada.