Day 6: Moderm Au

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La puerta era golpeada con una fuerza brutal, se agitaba con tal violencia que parecía que se soltaría de sus soportes y caería. Fue este golpe el que logro despertar a Shang QingHua quien cayó de su silla, el golpe y el susto lograron reacomodar su cerebro; así que rápidamente reviso su escrito y guardo el borrador, respaldando el archivo para después avanzar hasta su cama y tirarse devuelta a dormir ignorando los golpes; pero el problema llego cuando la puerta se abrió dejando entrar toda la luz del pasillo; se cubrió hasta la cabeza con la manta pero esta fue brutalmente arrancada de él; la fuerza de eso tirón lo lanzo de la cama dejándolo con la cara en el suelo.

— ¿Por qué demonios sigues aquí? Debes de ir a la escuela. — la fría voz de su pareja quería obligarlo a despertar, sentía como tiraba del cuello de su camisa para ponerlo de pie.

—No quiero, es sábado. — dijo entre bostezos, se aferró al brazo que lo sostenía.

—Shang QingHua, tienes clase optativa de literatura en veinte minutos  y eres el maestro. — como si se hubiese encendido un interruptor abrió los ojo y se apresuró a vestirse y tomar todo su material didáctico. Cuando finalmente termino noto a Mobei-Jun parado en el centro de su destroza habitación/estudio, con su cabello atado en una trenza de lado y su elegante traje sus ojos azules le miraban molesto mientras le exigían que se apresurara.

—Lo lamento, lo lamento; lo olvide por completo. — corrió hasta el auto mientras Mobei-Jun iba tras él; miraba a su reloj con frecuencia; Shang QingHua sabía que por su culpa él también iba tarde a su propio trabajo; subieron al auto para conducir hasta la universidad.

En el camino reviso una vez más el material para su materia; ese día solo tendría que dar tres horas de clase y podría volver a casa; pero Mobei-Jun en cambio…

— ¿Terminaste el borrador? — pregunto sin despegar la vista del camino, pese a la molestia que se notaba en su voz su pregunta mostraba genuino interés.

—Aun no, pero lo terminare hoy después del trabajo… Lamento no haber ido a la cama anoche; pero utilice la del estudio así que no habrá problemas con mi espalda. —  mintió con lo último, sabía que se molestaría si no descansaba bien. A los pocos minutos llego a la universidad terminando con toda platica; — Hoy llegas tarde del trabajo, te esperare para cenar. — le lanzo una pequeña sonrisa y satisfecho vio cómo su expresión se relajaba. Luego de darle un beso de despedida salió; noto como algunos de sus alumnos pasaban junto a él corriendo. Vio el auto desaparecer y avanzo hasta su clase; antes de entrar al salón escucho a sus alumnos hablando:

—Viste al hombre que trajo al maestro Shang.

— ¿Por qué un hombre así traería la maestro aquí?

— Visite su auto, ¡Debe de ser millonario! ¿Cómo es que nuestro maestro tiene un amigo así?— así muchos más comentarios alagando la elegante apariencia que su novio y lo atractivo que era; lo millonario que se miraba; Shang QingHua solo podía sonreír ante los suspiros de sus alumnas y contener las ganas de decir: “Así es, ese hermosos hombre es mío.” Pero la sonrisa de congelo al escuchar como las conversación iba de halagos a su novio a criticar y preguntarse como su extraño maestro podría tener algún tipo de cercanía con un hombre que irradiaba gran masculinidad. Decidiendo que ya era suficiente tiempo recreativo imito el rostro rígido que solía poner su querido Hermano Pepino en sus noches de mirar dramas cuando algún personaje hacia una tontería y entro al salón sin saludar para comenzar a impartir la clase.
Claro que él tenía toda la posibilidad de Mobei-Jun.

Puede que no fuese tan atractivo como él, o que su trabajo no tuviese tantos ingresos como lo tiene su compañía; quizá no le pueda cocinar una elegante cena de restaurant o regalarle un reloj costoso como él lo hizo pero…
Decidió mejor dejar eso de lado, lo mejor ahora era el poner su atención en la clase y torturar a sus alumnos parlanchines.

Desgraciadamente aquella cabeza no pudo abandonar su cabeza y estuvo zumbando como un molesto mosquito durante todas las horas de clase y almuerzo hasta la hora de salir.

—Hermano Pepino, ¿Cómo sabes que eras el indicado para BingHe? — Recibió una mirada extraña por parte de su compañero conductor. — Es que, es chico es una adorable prodigio y tú tienes un carácter…— decidió callarse antes de que estrellara el auto.

—No lo sé, él se encarga de recordármelo a cada segundo; supongo que para él lo soy. — dijo luego de un suspiro cansado. — ¿Por qué preguntas eso? ¿Tienes problemas con la paleta helada? —.

—No solo… Nada en realidad, cosas mías.

—Estúpido autor; ten un poco más de confianza en ti. Si tanto te preocupa por que no haces algo para él; una cena romántica o algo. — la idea no era tan descabellada; le pidió que lo acompañara al supermercado, cosa que logro luego de una pequeña sesión de suplicas; y compro todo lo necesario.
Para cuando Mobei-Jun volvió a casa ya eran casi la 10 p.m. Al llegar a la sala un agradable olor llego del comedor, avanzo hasta ahí siendo resivido por una agradable cena no muy elegante, escucho un sonido en la cocina y entro para ver a un Shang QingHua que miraba el horno mientras cuidaba un pastel; se paró junto a él esperando a que notara su presencia, cuando esto paso rápidamente se levantó y le dio la bienvenida; Mobei-Jun le limpio un poco de harina de la cara.

— ¿Qué estás haciendo?

—Solo era una pequeña sorpresa, pero el pastel se demoró más de lo que pensé. — miro lo ojos cansados de Mobei-Jun pensando en que quizá solo quería dormir; estaba a punto de decirlo que no importaba cuando vio esa diminuta sonrisa que lograba calentarle el corazón.

—Vayamos a cenar. — dijo poco antes de que la alarma del horno sonara.

En esa agradable mesa para los dos todos los comentarios escuchados esa mañana desaparecieron de su cabeza y ambos disfrutaron de la compañía de su pareja.

7 Vidas.| OS. |MoShang Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora