Me estiré, soltando un bostezo lo suficientemente escandaloso como para que varios compañeros se girasen a mirarme. Aquello hizo que mis mejillas se calentasen en extremo, por lo que bajé mis manos y me incliné lo más que pude a la mesa donde estaba mi bandeja de comida.
Era mi segundo día en la escuela y aún no veía a JiMin para preguntarle si estaba bien. Lo cierto era que no confiaba en Nam Joon y tal vez lo que me había dicho no era cierto pero, si lo era, quería saber cuál había sido la razón por la que JiMin se había ido tan anticipadamente el día anterior.
La hora del almuerzo recién comenzaba, me había comprado un sándwich de atún y un jugo de uva. Deseaba encontrar a JiMin y deseaba aún más que no estuviera con Kim Nam Joon.
Miré entre la fila del almuerzo, donde muchos escogían entre la comida que ponían en diferentes charolas, con la esperanza de encontrar a JiMin, pero no había pistas de él.
—¿Buscas a alguien? —preguntaron a mi espalda.
Sonreí al reconocer la dulce voz. Me giré y mi sonrisa se ensanchó al ver a JiMin, sonriendo.
—A ti —respondí con sinceridad.
—Pues ya estoy aquí —respondió, aún con la dulce sonrisa adornando su hermoso rostro.
Caminó hasta colocarse a mi lado, dejó su charola en la mesa, se quitó su mochila y finalmente se sentó.
—¿Y bien, para qué soy bueno? —preguntó dedicándome una rápida mirada antes de tomar su manzana roja y darle un mordisco.
—Solo quería saber cómo estabas —me encogí de hombros—. Ayer ya no te vi y Nam Joon me dijo que tuviste que irte antes.
JiMin emitió un sonido afirmativo, al tiempo que masticaba. Se llevó una mano a los labios, limpiándose los restos del jugo de la fruta con la manga de su suéter. Ese gesto lo hizo ver demasiado tierno.
—Me llamaron de la escuela de mi hermana menor, se sentía mal, así que tuve que ir por ella.
Asentí, sintiéndome completamente inútil cuando su mirada se tornó triste. Yo conocía a su hermana de las veces que lo había visto a través del espejo, noté que su hermana se enfermaba con facilidad. Siempre tenía vómitos, se desmayaba cuando hacía sobreesfuerzos y su rostro siempre estaba pálida.
—¿Cómo siguió esta mañana? —pregunté antes de llevarme el jugo a los labios.
—Mejor, pero hoy se ha quedado en casa. Mis padres han pedido permiso en sus trabajos para poder cuidarla hoy.
Sonreí, comprendiendo aquel detalle. Los padres eran capaces de hacer todo por sus hijos. Y cuando los veían sufrir, los padres sufrían el doble. Aún recordaba cómo habían llorado mis padres el día que mi hermano no regresó a nuestro hogar por culpa de un humano.
El celular de JiMin sonó, por la breve duración del timbre, supuse era un mensaje. JiMin tomó su móvil, lo desbloqueó, tecleó algo antes de volver a apagarlo y dejarlo sobre la mesa.
—Era Joonnie —me comentó.
Me esforcé en sonreírle, antes de morder mi sándwich.
Nam Joon no tardó en llegar hasta nosotros, sin embargo, a diferencia de ayer, su rostro no cambió al verme. Ya venía molesto de donde quiera que haya estado.
—¿Tan mal te fue? —preguntó JiMin en cuanto su amigo se sentó.
Nam Joon bufó.
—Tengo que recursar Historia Griega —masculló Nam Joon, acomodándose la gorra negra que llevaba.
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Trivia 承 Love [ NamJin ]
FanfictionSeok Jin es un Dios, hijo de Zeus, que tras años de espiar a Park Jimin a través de un espejo, decide bajar a la tierra de los mortales para conseguir su amor. Sin embargo, no todo es gratis y Seok Jin tiene los días contados para que sus sentimien...