La mañana siguiente es un caos.
Despierto por unos sonidos, asustada. Es como si hubiese una tormenta, un eco de voces y ruidos de muebles siendo movidos, algo que se cae. La primera cosa que me viene a la cabeza es ‘’¡¡madre mía, nos estan robando!!’’, pero después oigo la voz de mi madre gritando.
Frunzo el entrecejo, me pongo mis calcetines y salgo de mi habitación para encontrarme con un señor muy rubio.
-Buenos días -dice este, sonriendo. Tiene un acento ruso. Yo le sonrío debilmente y me escabullo escaleras abajo.
En el camino me encuentro con más hombres. ¿Mi madre está montando una fiesta? ¿Se habrá vuelto loca? ¿o me habré vuelto loca yo?
La encuentro, vestida en un mono de vaquero y la mejilla izquierda manchada con pintura verde.
-Mamá….. - mi voz sale aguda, irregular
-¡Por fin te levantaste, cariño! ¿Qué tal has dormido? - dice y baja la mirada hacia un papel-lista.
-¿Qué estás haciendo, mamá?
Ella levanta la vista rápidamente.
-Oh, claro. Mira, esto es algo espontáneo. ¡¡Estoy reformando la casa!! Se está quedando
muy...aburrida y antiguada -ella dice, sonriendo, y yo levanto la ceja.
-Pero…¿que bicho te ha picado? -pregunto, mareada por el olor de pintura
-¡Juan! -grita, ignorandome, y un señor con bigote negro se acerca, sonriendo a mi madre - creo que me gustaba más el otro color….el azul….¿azul cielo? si, ese. Cambiemos este.
-Claro, señorita
No sé que está pasando. Estoy confusa y adormilada, lo único que quiero hacer es volver a dormirme, aunque la curiosidad me mata. ¿Mi madre haciendo cambios? Ella detesta los cambios. No se lleva bien con ellos, pero, bien, ¿qué le habrá pasado por esa cabeza suya? Últimamente estaba muy extraña.
No sabía si creerme todo el rollo de ‘’más moderno y menos aburrido’’ que me había soltado, pero acabé haciéndolo. Todo sería más fácil si simplemente lo dejaba pasar.
-Está bien, mamá… me voy a desayunar.
-¡¡No te manches de pintura!! -gritó ella embelsada en un libro lleno de imágenes de colores, interesada en un rosa claro muy elegante.
Suspiro.
Me preparo mis cereales y vuelvo a mi habitación. El olor a pintura y todo el jaleo de abajo me abrumaba, demasiado por un dia. Enciendo el portátil.
Entro a twitter, y pienso en el chico del nick boyhangover. No sé porqué, pero me interesa saber más de él. Quizá es porque es el primer chico con el que hablo por aquí, o quizá es porque le gusta tanto Linkin Park como a mí.
Tengo un mensaje directo.
