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Cap 3

Lili.

Odio los días en los que en el club no cabe un alma mas, osea es bueno por qué a la hora de el baile las propinas son bastantes buenas, pero una vez bajo de el escenario debo servir tragos a las mesas en un traje sexy e incómodo acompañado con unos tacones exageradamente altos.

Gracias a Dios ya son las tres y cuarto de la madrugada y solo queda un hombre el lugar, uno que no falta a mis show, a veces con otro hombre que ya lo había visto antes por aquí y a veces solo, pero para que puedan entender retrocedamos un poco atrás o mejor dicho exactamente un mes.

14 de febrero

Alicia y yo nos encontrábamos detrás de el telón rojo esperando nuestro turno de salir a brillar como las estrellas que somos.

—Es hora chicas—Nos avisa el jefe y es allí cuando salimos contoneando nuestras caderas al son de una suave y sensual melodía que atrajo la atención de la población masculina hasta nosotras. Cómo cada día hicimos nuestro número de baile y fue todo un éxito, aunque yo no podía quitar la vista de un hombre, no uno cualquiera, era uno que no había visto antes y que no se parecía a los hombres trogloditas y machistas que suelen frecuentar este establecimiento. Este era más... Cómo explicarlo, era apuesto, se veía alto, de cabello castaño, piel blanca y unos preciosos ojos color café oscuro, cosa que le daba un aire perverso, pero en el buen sentido; a parte de eso se veía que su cuerpo estaba bien formado y lo mejor de todo su atención estaba puesta sobre mí.

Ahora venía la mejor parte, el sorteo de el baile, la primera como cada año fue Alicia a la cual le tocó por suerte de el destino bailar con su querido esposo, prácticamente se follaron en el escenario y luego de eso se esfumaron, me imagino a los camerinos a hacerme otro mini Cameron o una mini Alicia.

Ahora el jefe me vendó a mi para que lanzará mi diadema ¿Y adivinen quien la atrapó? Si, el señor Romeo, creo que se va a quedar así, me gusta ese apodo y le queda muy bien...

En fin..., Baile lo mejor y los más sensual que pude y por ultimo deje un casto beso en la comisura de el labio de el hombre, luego me acobarde y salí prácticamente corriendo de el escenario.

Ahora.

Pues desde ese día el es mi más fiel espectador y la verdad es que no me molesta en lo absoluto, más bien me he divertido provocándole en todo este tiempo lo cual no ha sido sencillo, digamos que siento algo extraño por el, el estómago se me revuelve cuando estoy cerca y las palabras no me fluyen como normalmente suelen salir, cosa rara en mi pues ni el hombre más sexy me había puesto así antes.

—Lili te toca llevarle a tu admirador el último trago para que se terminé de ir y cerremos de una buena vez por todas—Me dice Alicia sentándose en el banco junto a mí.

Asiento con mi cabeza y tomo la bandeja con dos copas que me tiende Cam, lo cual es raro pues él está solo, literalmente es la única persona que queda en todo el club.

Ignoró mis pensamientos y arreglo mi body y la falda antes de caminar a paso seguro hasta su mesa.

—Buenas noches—Saludo para que note mi presencia, el inmediatamente levanta su mirada y la posa en mí y es aquí cuando pierdo toda la seguridad que traía. ¿Que poder sobrenatural tiene este hombre?—Aqui tiene su bebida—Dejo las dos copas sobre la mesa—Cualquier otra cosa que necesite hágamelo saber—Cuando me voy a retirar siento un brazo tomar suavemente mi codo.

—¿Podrías sentarte y tomar un trago conmigo?—Dijo su gruesa voz, tragué grueso.

—Me encantaría, pero no tenemos permitido entablar una conversación informal con la clientela dentro de el establecimiento.

Perfecta MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora