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Tres semanas, tres putas semanas sin poder salir de este maldito departamento pues el maldito de mi "novio" me dejó irreconocible de tantos golpes que dejó marcados sobre mi piel esa noche. Desde ese día solo se ah encargado de traerme flores y chocolates, siempre lo hace y aunque esta vez parezcan auténticas sus ganas de disculparse se que cuando su negocio vuelva a ir por mal camino, se volverá a drogar y me volverá a hacer daño.

También sé que el de verdad me quiere y aunque odie admitirlo es un sentimiento mutuo, después de todo Adrián fue y es mi primer amor y cuando mis padres decidieron hecharne de lo que alguna vez fue mi hogar, el estuvo allí para mí e hizo todo lo posible para que yo siguiera viviendo como lo venía haciendo, cómo una niña consentida y caprichosa, que lo que salía de sus labios eran órdenes y no palabras y a pesar de eso igual me quería.

Un día mi madre me dijo que amor real era el que estaba en las buenas y en las malas, el que aunque estuvieses a punto de caer por un barranco te ofrecía su mano para que te alejaras de la orilla, lamentablemente nuestro amor se ah vuelto algo tóxico, algo maravilloso cuando está en las buenas pero muy doloroso cuando entra en las malas, y aunque no lo crean para mí eso es amor, uno raro y de el cual ya me cansé.

Sí, por fin Alicia me ha convencido de irme a vivir con ella y mi hermoso sobrino.

—Ya está—Soltó la enfermera que estaba curando las heridas de mi espalda, Adela—¿No te dolió?—Pregunto preocupada cómo cada día, ella es una señora muy atenta y cariñosa.

Me encogí de hombros—Estaba pensando en muchas cosas, la verdad no me había fijado que aún estabas aquí—Ella sonrió y esos bancos dientes aportaron una gran luz a esta sombría habitación.

Recogió sus cosas y luego se fué, siempre se quedaba y hacía otras cosas  en el hogar, Adrián la contrató para que me cuidara, pero hoy en especial me comentó que cumple su nieto mayor y quería pasar la noche con el, justo antes de irse, Adela me dió un fuerte abrazo y me hizo prometer que nos veríamos pronto cuando ya me hubiese perdido de el mapa de Adrián por completo.

Es momento de escapar.

Ya tenía todo preparado, junto con Adela nos habíamos encargado de eso, solo tome mi auto y me fui de allí sin poder creerme lo que está haciendo.

Al llegar al nuevo edificio de Alicia no pude evitar quedar enamorada de él, es inmenso y lo rodean unos hermosos y amplios jardines que parecen de plástico o sacados de una revista. Seguí avanzando y más adelante me encontré con el vestíbulo, esa fue la segunda vez que quedé impactada, ya van dos en un día, y aún no he entrado en el apartamento. Allí me registraron como visitante y llamaron a mi amiga la cual no tardó ni dos minutos en bajar.

—¡Lili!—Se lanzó sobre mí y me abrazó, fruncí un poco la cara por las molestias de las heridas pero me dije a mi misma que podía soportarlo. Además necesito este abrazo, necesito a mi amiga.

—Dios Ali, no sabes cuánta falta me as hecho estas semana—La apreté más a mi cuerpo.

—Ven vamos a mí apartamento, tengo una sorpresa para tí—Me jalo por el brazo hasta el ascensor, una vez allí colocó un código en el panel junto al mismo y las puertas se abrieron—¿No te encanta?—Asentí mientras nos dirigimos al  penúltimo piso, tal vez no actúe muy sorprendida, pero es que la verdad ya estaba acostumbrada a este tipo de cosas.

Cuando el ascensor llegó al piso antes nombrado, era uno en el que solo hay dos puertas y la de Alicia era la de la derecha—¡Llegamos!—Grito cómo cotidiana mente lo hace, estába sorprendida, pero mi sorpresa no fue lo grande de el lugar como esperé, si no mas bien una persona sentada en el sofá principal frente a la puerta.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2021 ⏰

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