Historias eróticas🔥

I

Había sido una semana larga, terminar trabajos no era un trabajo sencillo pero mira que lo logré.

Era fin de semana lluvioso así que no tenía muchos planes y pensaba pasármela acostado viendo cualquier cosa en la televisión, hasta que alguien toca a mí puerta.

Me levanto y voy a ver quién es.

Para mí sorpresa me encuentro con K, se veía hermosa como siempre.

Vestía un pantalón ajustado negro y una playera del mismo color la mire de arriba a abajo estaba empapada, la playera se pegaba a su hermosa piel morena y se marcaba su figura.

Notó que la observaba y me dio una mirada amenazadora, eso me saco del trance en el que me encontraba y la invite a pasar, se quedó parada en la sala mientras buscaba una toalla para que se secara.

Le lleve la toalla y entro al baño a secarse, por mientras yo me quedé en el sofá tratando de recordar su cuerpo empapado y seductor, imaginé como sería recorrer cada centímetro de su cuerpo, como sería besarla y hacerla mía de una y mil maneras, el solo hecho de pensar en ella hacía que mi cuerpo entrará en calor extremo y hacía que pusiera duro.

Así que decidí meterme a bañar, tal vez así podría quitarme estos malditos pensamiento de mi cabeza, entré a mi cuarto ya que ella estaba en el baño de invitados, me quite la ropa y entre a la regadera.

Estar ahí por alguna razón hacía que mi cuerpo se calentará aún más, sentía el agua caliente caer en mi espalda, hasta que empezé a sentir algo más que el agua, de repente sentí su cuerpo pegarse al mío, me tomo por la cintura y me abrazo.

Sentir su piel contra la mía era el sentimiento más excitante que pude haber experimentado, sentía su pecho pegar en mi espalda y su cuerpo pegado al mío sin ninguna separación, pude sentir como ella también estaba muy caliente.

Sus manos dejaron de abrazarme lentamente y empezaron a bajar hasta mi miembro ya erecto por tanta exitacion que había en ese momento.

Puso sus manos sobre el y lo empezó a mover de arriba a abajo lentamente, sentir sus manos sobre mí me hacía sentir una exitacion más allá de la que nunca había sentido.

Empezó a mover su mano más lento hasta que dejó de moverla y la quito.

No sabía por qué se había detenido, será ¿que piensa que no me gusta? O ¿se arrepintió de último momento? Esos pensamientos pasaban por mi cabeza hasta que me di la vuelta y note que ya no estaba, lo único que quedó fue la puerta abierta del baño y mi cuerpo encendido.

Termine la ducha y me enrolle la toalla en la cintura, al salir del baño la encontré sentada en el borde de la cama.

Me voltea a ver con una mirada lujuriosa y me invita a ir con ella.

No lo pienso dos veces y me pongo frente a ella, toma mi toalla y la empieza a quitar suavemente haciendo que mi cuerpo entre en calor otra vez, quita la toalla y deja ver mi miembro erecto.

Lo toma con sus manos y lo empieza a masajear y lo introduce en su boca, se siente tan húmedo y relajante tenerlo en su boca, me enciendo más y más, tomo su cabeza y empiezo a hacer movimientos lentos y tratando de meter más y más mi miembro en su boca.

Lo saca de su boca, mi pene estaba completamente húmedo así que se pone en cuatro listo para recibirlo, subo a la cama y la tomo de las caderas e introduzco mi pene en ella, lo hago lentamente mientras escucho sus gemidos.

Me empiezo a mover mas y más rápido, siento como su interior succiona mi pene, se sentía tan bien estar dentro de ella.

Ella se da la vuelta y se tira de espalda en la cama y nuevamente introduzco mi pene en ella, yo la tome de las caderas para que mis movimientos fueran más fuertes y mas profundo cada vez, eso la hacía gemir hasta el punto de gritar de placer.

Después de tanto placer yo ya no podía más, le dije que estaba a punto de terminar y ella me dijo que también estaba al borde del orgasmo, así que empeze a moverme un poco más rápido y a pasarle mis manos por todo su cuerpo hasta llegar a sus piernas, en cuanto llegue a sus piernas con mis manos solté todo mi jugo dentro de ella y ella empezó a chorrear haciendo gemidos de placer que no se detenían.

Saque mi pene y veía como ella disfrutaba ver cómo su vagina chorreaba todos esos jugos.