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ABRIL DE 2020

La cuarentena estaba matando a Lila y a Harry. Ambos habían decidido pasar ese encerramiento en la casa del cantante, por ofrecimiento de él y porque "su casa era más grande". Las palabras de Harry, no las de Lila. Finalmente, la castaña aceptó, ya que el británico no paraba de rogarle, y así comenzó su encierro.

Podría decirse que ambos no se aburrían, trataban de ocupar su tiempo en bastantes cosas. Lila le enseñó a cocinar a Harry, Harry le enseñó a componer canciones a Lila, ambos estuvieron jugando juegos de mesa, incluso grabaron una canción y Lila se rió por lo terrible que era su voz. Harry también había visto que era lo que Lila exactamente en su empresa y se llenó de orgullo al verla al mando. Finalmente, también tenían sexo, que era lo que hacían más frecuentemente.

–Quiero salir. –pataleó Lila.

La castaña era la que más sufría en esta situación. A ella le gustaba salir y disfrutar de la naturaleza y a pesar que de Harry tenía un jardín enorme con vista a la ciudad y al mar, no era suficiente.

Lila quería salir con la excusa de visitar la cafetería para ver cómo iban sus trabajadores, pero Harry la detenía diciendo que tenía que cuidarse. Lo último que quería era que Lila se contagiara y, a pesar de que era una chica sana, no quería que tuviera que pasar un mal rato si ocurría una complicación.

–Podemos jugar algo en la consola. –Harry sugirió. La castaña rodó los ojos y se tiró encima de Harry como si fuera un bebé pesado.

–No, yo quiero salir. –levantó su rostro para mirar a Harry. Ella apoyó su mentón en el pecho del británico y la miró con ojos de perro.

–No podemos hacer eso, nena. –dijo suavemente colocando un mechón del cabello de Lila detrás de su oreja.

–¿Al menos no podemos salir a pasear al perro? –Lila volvió a insistir mientras trataba de parecer adorable haciendo un puchero.

Harry rió.

–Lila, no tenemos un perro.

–Pero podríamos adoptar uno y salir con la excusa de que lo estamos paseando. –ella sonrió emocionada ante la idea. La castaña quería un perro desde hace muchísimo tiempo, pero se le complicaba por el hecho que siempre iba de un lugar a otro. Sin embargo, dada las circunstancias de ahora, podrían adoptar un cachorro y cuidarlo entre los dos.

–¿Tenerlo los dos juntos? –preguntó Harry mirando a Lila.

–Sí –ella alzó los hombros–, de todas formas me tienes de rehén aquí y podría pasar mi tiempo cuidando un perrito. –sonrió.

Harry llevó sus dedos a su mentón mientras pensaba. Tener un perro nunca se le había cruzado por la cabeza, con todo eso de estar viajando por el mundo, sentía que si conseguía una mascota iba a abandonarlo y no quería hacer eso. Sin embargo, ahora la situación era un tanto diferente. Él y Lila eran novios y él no pensaba dejarla ir.

–Tú ganas. –Harry entrecerró sus ojos y colocó su mano en el muslo de Lila y lo palmeó– Ponte tu mascarilla, vamos a conseguir un cachorro.

Lila se levantó rápidamente, se colocó sus zapatillas y se lavó las manos antes de ponerse una mascarilla. Antes de salir, ella dejó el spray desinfectante a la entrada de la puerta con dos pares de zapatos para poder cambiarse.

No era que Lila no le tuviera miedo al virus y que quería salir a contagiarse, su afán era que quería salir a respirar aire fresco. Ella nunca había sido de las chicas que se encerraban en su habitación todos los días, ella amaba disfrutar de la naturaleza e ir a pasear a varios lugares. Esa también había sido una de las razones por las que cuando Harry le dijo que pase la cuarentena con él, ella no lo dudó porque la casa del cantante tenía una hermosa vista al mar y áreas verdes bastante grande.

THE EDGE ━ harry styles. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora