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Realmente no sabia como sentirme en ese momento, miles de pensamientos cruzaban por mi mente enloqueciéndome aun mas, todo se desvaneció cuando lo oí hablar.
―Oye Eun-hi...―Miro el suelo.
―Si? ―Pregunte ansiosa.
Por favor no lo digas. No lo digas. Pensé.
―Sobre lo de hoy, lamento lo que paso...
¡¡¡NO!!!
―Pero no puedo evitar preguntarte ¿Te gusta Minho?
Horrorizada lo mire.
―¡¡¿Que?!! ¿De que hablas? Por supuesto que no ―Una mueca se formo en mi rostro inevitablemente.
―Entonces...
―Puedo asegurarte que lo que viste no es lo que crees ―Lo interrumpí mirando el frente y con voz firme.
Sin recibir ninguna palabra por su parte un pequeño silencio invadió la situación.
―Y crees...¿Qué Minho gusta de ti?
―No lo creo, de ser así creo que ya me habría dado cuenta, es bastante grosero como para que lo que dices fuera verdad, además no quiero empezar a entrometerme en esas cosas.
―...
―Quiero decir acabo de llegar, prefiero estar al pendiente de mis tareas, a estarlo de una persona que ni siquiera es lo suficientemente educado como para saludar.
No pudo evitar soltar una pequeña risa, haciendo que sus ojos se hicieran pequeños.
―¿De que te ríes?
―Nada, es solo que, Minho me conto como se conocieron, dijo que pareciste una acosadora en el autobús el día de ayer―Sonrió.
!!!¡¡¡
―¿Que el...que? ―Apenas pude pronunciar, la humillación me estaba aplastando, podía sentir como mis piernas se hicieron débiles.
De nuevo Hyunjin rio, parando su paso en una esquina de la calle, con un poste de luz sobre nosotros, detuve mi paso también y con una mano cubrí mi rostro, intentando ocultar el leve color rosa que había en mi cara.
―No puedes negar que Minho sea guapo ―Suavizo su sonrisa mirándome.
―Supongo que lo es...―Evite su mirada, mordiendo mi labio inferior levemente, intentando reprimir la pena.
