Yacía sentada en la silla que daba a la gran ventana, el gato de la vecina trepó hasta el balcón y se acurrucó a mi lado, ¿por qué alguien me desmontaría amor? Fallé en tenerte y ahora la desdicha me persigue. Muchos me dicen que todo pasa, pero nadie está ahí para consolarme, son todos una bola de gente que habla sin saber, no pasó mucho desde que los chismes rondaron por todo el edificio, las malas lenguas solo sirven para eso, pero si los roles cambiarán, se pintarían la vida mas deseada para hacerle saber a todos que ellas no tienen tiempo para sufrir.
Como quisiera ser igual de fuerte para mantener mi frente en alto y no dejarme pisotear por los demás, pero lamentablemente, la vida me dio la inseguridad de perderlo todo otra vez.
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Hasta que se apaguen las estrellas
Ficțiune adolescențiImaginaré nuestra vida mientras danzo con tu voz.