Capítulo 16

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Aún se siente la ausencia de tu ser en mi cama, pero aún así las mañanas empezaron a ponerse cálidas. Tan fría fue tu despedida que los golpes de la vida empezaron a acariciar mi alma. Fue como una apuñalada sutil pero a la vez fuerte para continuar con la dolorosa presión de la sociedad, ¿acaso no soy digna porque mi novio me dejó en el altar? Al parecer todos al escuchar aquellas palabras pierden sus mirada a lo lejos, evitando mirarme a los ojos para no quedar como una pobre ilusa, aquella que el tiempo fue llevándose sin avisar.

Hasta que se apaguen las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora