Valentín Oliva.
Dani (mi mejor amigo) hoy no fue a la escuela, dijo que estaba enfermo, así que ahora mismo estoy llendo hacia su departamento para ver como está.
Al llegar golpeo la puerta unas dos veces y nadie habre, pero como tengo una copia de la llave de su departamento entro.
Llendo para su habitación empiezo a escuchar unos ruidos. Cuando estoy llegando a la puerta me doy cuenta de que son gemidos.
Su puerta estaba media entre abierta.
Me acerco a la puerta y no puedo creeer lo que veo.
Dani en cuatro sobre su cama, sacándose y metiéndose un consolador. Con su cara contra la cama, su boca abierta y sus ojos cerrados, mientras jadeaba y gemia mi nombre.
Que escena tan erótica, mi miembro rápidamente reaccionó.
Me adentro a la habitación y Daniel habre sus ojos, me ve directo a los ojos mientras sigue gimiendo mi maldito nombre.
-Mgmm Vale-en, ahhh tomame hazme tuyo- me suplica entre gemidos.
Me acerco a la cama, me saco mi ropa y me quedo observando, mientras comienzo a masajear mi miembro, no puedo evitar lanzar algunos jadeos.
Cuando veo que mi pene está completamente erecto, me acerco al trasero de Dani y le saco su juguete logrado así que gimiera.
Le acaricio suavemente sus glúteos para luego azotarlas y moderlas.
-Vaa-alen ahh, hazlo ya- dice lloriqueando.
Busco un condón en mis pantalones, me lo pongo y me acerco a su entrada, que ya se encuentra lo suficiente dilatada.
Alineó mi miembro en su entrada, lo sujeto de sus caderas y me entierro en su interior de una embestida, logrando que ambos gimieramos.
Se siente tan bien, está tan estrecho.
-Ooh Dani.
Empiezo a moverme con embestidas lentas pero profundas.
- Quiero más Valen, más rápido.
Sujeto más fuerte sus caderas y comienzo a penetrarlo rápido y fuerte.
En la habitación solo se escuchaba el choque de nuestros cuerpos y nuestros gemidos.
Encontré su punto dulce, logrando que Dani me pida aún más.
Acelere más mis embestidas, llegando así al punto de Dani en cada una de ellas. Llevándonos a ambos a un mundo de placer.
-Dani, que bien se siente estar en tu culo- le susurro en su oído, el sólo me contesta con un gemido.
Siento como Dani comienza a contraerse, ya no puede más, así que tomo su miembro y comienzo a mastubarlo. No tardó mucho en llegar.
-¡Ahh! Valentín.
Mis penetraciones fueron más constantes para poder así llegar a mi climax, hasta que después de un par de embestidas más sentí como llegaba mientras largaba un sonoro gemido.
Salí de Dani y me saqué el condón. Para luego acostarme a su lado y abrazarlo.
-Te quiero mucho, Dani.
- Yo también Valen, quedemonos así un rato y después hablaremos sobre lo que acabamos de hacer, sí?- me dice mientras bostezaba.
-Bueno enano.
🌠🌠🌠🌠🌠🌠
Me salió horrible pero bueno, es lo que hay muchaches.
Besos.