La salida de la escuela siempre había sido un horror para mí, pero hoy era realmente distinto, hoy había un reto mucho más horrible y letal que solo escuchar algunos comentarios lascivos acerca de mi cuerpo. Y todo se debía al horrible auto que se encontraba esperando fuera de la puerta principal de la escuela.
-Estúpido- masculle mirando por la ventana.
-Esos ánimos por dios- la enorme sonrisa socarrona de Kyungsoo hacia que tuviera menos ganas de salir de la institución.
-No pasa nada- me gire a verlo y fue el peor error de todos porque sus enorme ojos me miraban interrogantes.
-No lo creo, ya te pusiste de mal humor- sonrió de manera cálida e infundiéndome confianza.
¡¡¡Maldito Do que haces estragos con mi cerebro!!!
-Ese es mi problema- dije apuntando el auto.
-Creo que han venido por ti hoy- anuncio Minji mientras se detenía junto a los dos.
-Ah! Ahora entiendo tu mal humor- D.O ahora comprendía todo.
-No entiendo, desde los 13 años que no enviaba por mí, esto me huele mal.
-Cariño, si no sales el vendrá por ti- Minji no se veía muy a gusto con la situación y no era la única.
-Es solo que…
-Es solo que nada, ahora sales ahí te subes al estúpido auto y resuelves lo que quiera tu tío mientras yo busco la mejor excusa para que renuncies- D.O nos miró a las dos con los ojos más abiertos de lo normal.
-Es la única forma que Shim no tenga con que chantajearme- me encogí de hombros –Además voy a estar en algo así como un “periodo de prueba” en el cual su familia me visitara a menudo- pude ver la diversión en el rostro de Minji pero D.O tenía un claro fastidio. –Por cierto ¿este agujero abandonado de dios no tiene salida trasera?
-¡NO!- respondieron al unísono haciendo que mi esperanzas se esfumaran.
¡¡¡Y una mierda!!!
-Nos vemos mañana así que deséenme suerte- corrí por los pasillos casi desiertos y vi como los pocos estudiantes que quedaban me miraban.
Llegue a la puerta del auto y le sonreí a Chase mi ex chofer y niñero, que ahora era el chofer de mi tío.
-Que gusto verte ______- dijo mientras me acercaba a él.
-El gusto es mío Chase, espero que mi tío no te moleste tanto como lo hacía yo- sonreí angelicalmente mientras el negaba con la cabeza divertido.
-Tú eres insuperable niña- dijo mientras abría la puerta.
Cuando vi a la persona a mi lado me lleve la sorpresa del siglo ya que no era mi tío el que si no que era el idiota de Changmin.
-Hola preciosa- saludo y pude ver por el retrovisor como Chase intentaba esconder su sonrisa.
-Hola imbécil- le respondí y Chase no pudo aguantar más.
-Yah! Chase me podrías haber advertido- él sonreía divertido mientras el imbécil nos miraba atentamente –Se supone que tu estas de mi lado- hice un puchero y sonrió cálidamente.
-Ordenes son ordenes cariño- sonreí recordando los viejos tiempos.
-¿Cómo lo conoces?- me pregunto bajito Changmin.
-Chase era mi chofer, niñero, cocinero, apoderado, enfermero y todo lo demás, él es como un segundo padre, aunque por su edad debería ser mi hermano mayor, el me vio en mis peores momentos y me reto cuando me lo merecía ¿no Chase?