El frió se coló por la sabana acariciando la espalda de Jimin y provocándole escalofríos, se removió buscando calor pero fue en vano, estaba solo, sus parpados perdieron pesadez y abrió sus ojos lentamente, sus sentidos despertaron y escucho el ruido de la regadera, era su esposo Jungkook, en otro tiempo hubiera sonreído y se hubiera unido a él en la ducha, pero las cosas habían cambiado y no tenía ánimos de ser rechazado.
Concentro su mirada en ese portarretrato en su buró, con esa foto que tanto le solía gustar, en donde él y Jungkook tenían orejas de reno, se veían felices, en ese entonces creía que su amor seria como en los cuentos, por siempre, pero no fue así, solo duro cinco años, el último año ya no lo contaba porque su relación había ido en decadencia, no discutían como solían hacerlo otras parejas, simplemente se ignoraban y se hablaban lo menos posible, se habían convertido en dos desconocidos viviendo en la misma casa.
El ruido de la regadera ceso y Jimin volvió a cerrar sus ojos para fingir que dormía, quería abrazar y besar a su esposo pero la simple idea del rechazo lo mantenía quieto, ya no quería llorar más, ya no quería sentirse poca cosa, Jungkook ya no lo miraba con deseo como antes, sus manos no lo buscaban ansiosas por acariciar su piel, sus ojos no brillaban cuando lo miraban, no quería mendigar amor, había sido rechazado tantas veces que no quería quedarse llorando amargamente, quería que fuera un buen día y que al menos por ese día su dignidad permaneciera intacta, así que espero a que Jungkook se vistiera y se fuera a la cocina para levantarse y asearse, escucho el ruido de los cubiertos y espero hasta que escucho el ruido de la puerta al cerrarse, estaba solo.
Se dirigió a la cocina y fregó los platos, ni siquiera se había despedido de él, se había marchado como si Jimin fuera un fantasma, a pesar de todo su esfuerzo lloro amargamente, dolía, esa indiferencia le rompía el alma, amaba a Jungkook con todas sus fuerzas, no supo en que momento permitió que su relación se deteriorara tanto, se acercó al espejo y contemplo su rostro, sus ojos hinchados y su nariz roja por el llanto, se miraba horrible, sus mejillas regordetas, y sus ojos pequeños, tal vez Jungkook ya no lo miraba atractivo, su cabello rubio alborotado, era feo, siempre creyó que su esposo era demasiado guapo para él, y el tiempo le estaba dando la razón.
Tomo su teléfono y marco a su mejor amigo y confidente, Jin, ni siquiera tuvo que esperar mucho cuando escucho su voz del otro lado
-Hola, chim, ¿Cómo estás?
-Bien y tú
-No te escuchas muy convencido, es Jungkook?
-Si
-Deberías hacer una cena increíble para ambos con unas copas de vino y hacer una velada romántica
-Ya lo intente Jin, ¿recuerdas?, me dijo que ya había cenado en la oficina y que estaba cansado, ni siquiera miro lo que yo había preparado para nosotros
-¿Qué tal algo sexy?
-Dijo que le dolía la espalda
-Ya se me ocurrirá algo más, ya veras
-No importa Jin, te llame para preguntarte si me quieres acompañar a comprarme algo de ropa, habrá una fiesta en la empresa y tengo que ir bien vestido
-¡Claro que si!
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Infieles (Terminada)
FanfictionJimin lo observo, había escuchado bien, su esposo acababa de gemir el nombre de alguien más, su corazón se rompió, se sintió estúpido pero no quiso apartarlo de encima suyo, dejo que se liberara en su interior y cayera rendido a su lado...