Capitulo XXIII

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Las cadenas pesadas y grandes aprietan mis muñecas adoloridas, me tiran desde distintas diagonales, para mantenerme lo mas descubierto posible. No siento mis brazos, o mis piernas, de echo, no siento nada de mi cuerpo; si puedo o no moverlo. Pero si puedo percibir el dolor.

Cada leve movimiento en mis piernas, es como si alguien pusiera sal a mis heridas. Mi cabeza se siente al borde de explotar, son como miles de agujas incrustandose lentamente en ella, y saliendo para volver a repetir el proceso. Tengo frio, hambre, y no puedo dormirme, pero tampoco estar lo suficientemente despierto por el escozor en todo mi jodido cuerpo. Me siento en un limbo. Ni despierto, ni dormido.

Aunque intente abrir mis ojos, no puedo ver nada; Bastian se encargo de golpearme todo lo posible hasta desmayarme. Y hasta ahora, he perdido la conciencia cinco veces, si mi memoria no me falla. Creo que han pasado dias, pero no se cuantos con exactitud. Es seguro que me veo horrible. Joder, estoy agotado.

Vuelvo a sentirme como cuando vivia aqui, en este infierno. Solo. Asustado. Deprimido. Suicida. Intento ver el lado bueno. Y ahi esta el problema. Ahora me siento tan pesimista como en el comienzo, que ya no veo el lado bueno de todo esto. "Y tu chica, ¿que?" Suelto un debil suspiro. Sera mejor que no venga por mi, y que me olvide. Ella y los demas podrian salir heridos, y no quiero eso. Merecen poder vivir con tranquilidad. Esta tortura ya estaba escrita en mi destino, no importaba si fuera dentro de unos dias, o dentro de un par de decadas. Esto era inevitable.

Voy a morir aqui abajo. Y ya tengo que ir olvidandome de las personas que me apoyaron durante mi desintoxicacion.

"Ahi esta lo bueno, idiota." Frunzo el ceño con levedad, confuso. Vuelvo a meditar en mis pensamientos.

Conoci a Jane; con ella, aprendi que significa amar. Y sufrir por amor.

Conoci a los demas -Aaron, Camille, Vincent, Darcy y Hope-; y me enseñaron que es la amistad y el compañerismo.

Ambos, me mostraron lo que es la esperanza.

Cuando creí que lo unico que conseguiria en mi vida seria solo decepcion y frustracion por cada cosa que hice, por cada cosa mala que me sucedio, por todo lo malo que me hacia ver mis errores, solo me enseño que todo siempre saldria mal sin importar lo mucho que me esforzase en algo. Sin importar nada, yo pensaba que siempre mi vida seria lamentable y desastrosa. Un fiasco. Es mas, todo lo que viví, solo fue eso. Mi existencia y una cadena de hechos que la volvieron mierda. Las drogas, el alcohol, las mujeres...todo me hizo esperar nada de nadie, sin ninguna razon.

Hasta que llego ella.

Me enseño la esperanza, la fe, la confianza. A confiar en alguien, a esperar algo mejor de las personas y no solo lo malo de ellas. A ser mas positivo. A ser mejor.

Jane es mi salvavidas. Sin ella no hubiera podido hacer lo que hice, no hubiera podido desintoxicarme, o confiar en alguien mas. Si hubiese seguido como antes, estaria muerto. Ella me salvo de mi mismo. Y es mi razon para tener esperanza.

"Ciego, ciego, joder." Hago caso omiso a esa voz que ha sido mi compañia en este lugar tenebroso. Pero, entonces, me doy cuenta de algo.

Estoy limpio. Recuerdo que despues de la confesion de Jane, no he vuelto a sentirme horrible o enfermo, es todo lo contrario. La ansiedad por la cocaina se habia ido. Mis nervios y pesadillas tambien. Logre desintoxicarme.

Esto es sorprendente. Creo que si hay cosas buenas.

De repente, comienzo a escuchar un silbido. Oh, no... El sonido se vuelve alto, tranquilo y repetitivo, es inquietantemente calmo. Solo Bastian se lanza junto con sus elementos de la bandeja metalica, sin avisar. Por lo tanto, debe ser Nik.

#2 | Trilogía SCG | Crystal [SIN EDITAR, LO HARÉ CUANDO PUEDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora