27 Minutos (Larry Stylinson)

Capítulo 31: Libertad y Sexo (Freedom and Sex)

"¡Harry, por ultima maldita vez! Tienes que esperar hasta que este cocido bien para darle la vuelta." Bufe dramáticamente mientras veía como volteaba otro hot cake sin dejar que estuviera completamente cocido. Decidió ignorarme otra vez y lo volteo, dejando que se derramara. 

"¡Maldición!" Murmuro haciendo un pequeño puchero que si no estuviera hambriento lo hubiera tomado entre mis dientes.

"¡A este paso nunca comeremos!" Gruñí dejando caer mi cabeza en la encimera.

Después de haber llegado ayer a la cabaña, no habíamos dormido casi nada, y nos las habíamos arreglado para mantenernos desnudos la mayoría del tiempo. Solo ahora, precisamente, las cuatro de la tarde,  yo había parado los besos y caricias, diciendo que era hora de comer. Nunca sabré como rayos mantiene esa energía pero mi paciencia se estaba acabando rápidamente, y así iba a ser hasta que aprendiera como hacer un maldito hot cake.

"¡Como haz podido alimentarte los pasados dos años!" Me reí, bajándome del taburete moviéndolo de la estufa y tomando la espátula de sus manos.

"¿Comida rápida?" Dijo nerviosamente, mientras se rascaba la nuca. "Solo quería hacerte algo de comer..." Frunció el ceño.

Una pequeña sonrisa afloro en mis labios mientras volteaba y le daba un beso en la comisura de sus labios. Clavo sus ojos en lo míos; los suyos tenían un brillo de vergüenza y lujuria; siempre lujuria.

"Lo sé, pero tal vez deberíamos comer ahora y te enseñamos después ¿vale?" Me reí mientras sus mejillas se coloreaban de rojo. Asintió avergonzadamente y coloco sus manos en mi cintura y me veía hacer, con gracia, un par de panqueques a cada uno.

"¿Cómo es que aprendiste a cocinar, de todos modos?" Poso su barbilla en mi hombro mientras veía mis movimientos.

"Cuando vives en una casa llena de mujeres, aprendes rápido...No es que puedas hacer mucho más cuando estas bajo el mismo techo que miles de mujeres." Alzándome de hombros sonreí mientras las memorias me asaltaban, recuerdos de cuando de las risas de mis hermanas me llenaban y me di cuenta de cuánto tiempo había perdido. Había ignorado a mi familia porque no entendía que me pasaba y eso era lo que más me dolía.

"Bueno, aparentemente, me perdí de las clases de cocina con mi mamá..." Bufó tristemente.

"¡Si, me dejó con mucho trabajo por hacer!" Lo miré mientras él me observaba con el asombro marcado en sus facciones.

"¿Estás enojado por eso?"

 "Nope...me gustan los retos, solo que nunca pese que iba enseñar a mi nov-." Mi voz se quebró y mis ojos se abrieran ante las palabras que casi dejo, salgan de mi boca. Mi vista cae hacia el sartén que pero todavía puedo sentir como pesa su mirada sobre mí.

Rápidamente me aparto de él agarrando los platos y poniendo nuestros almuerzos en ellos. Trato de distraerme mientras Harry camina de nuevo hacia mí, su cuerpo irradia un calor tan fuerte que puedo sentirlo incluso cuando no esta tocándome aun.

"¿Louis?" Pregunta pero lo ignoro, arreglando su plato del modo que recuerdo, solía gustarle.

"¿Cuatro esta bien?" Susurre entre dientes mientras le daba su plato. Pude ver, por el rabillo del ojo, como se volteaba para dejarlo sobre la encimera y luego se volteaba de nuevo hacia mí. Me tomo de la cintura dándome vuelta para que quedara en frente de él.

"¿Babe?" Me pregunto otra vez, tratando de levantar mi mentón para conectar sus ojos con los míos. "¿Qué era lo que ibas a decir?"

Negué con la cabeza, encogiéndome de hombro con indiferencia. Sabia que teníamos que tener esa conversación en algún punto pero no pensé que fuera tan pronto. Había arruinado la burbuja que no rodeaba, tratando de ponerle un nombre a nuestra relación. Probablemente para Harry se solo cosa de un fin de semana, no una vida entera. Sabía lo que yo añoraba; yo quería una vida juntos, pero ese era solo yo.  Él siempre había sido muy difícil de leer y eso no a cambiado hasta el día de hoy.