๑.. NO es una CITA ..๑

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Cerré mi coche y observé el de Lizy estacionado frente al departamento. Corrí hacia la puerta mientras sacaba las llaves del bolsillo izquierdo.

Pero al entrar, me percaté del ambiente extrañamente silencioso.

—¡Cariño, volví! —grité, esperando verla aún a medio maquillaje.

Sin embargo, no recibí ni un eco de su melodiosa voz. Creyendo que era un juego, comencé ha buscarla rápido por toda la planta baja. Pues, el mes pasado reservamos mesa en un costoso restaurante.

De pronto, escuché murmullos provenientes de nuestra habitación, por lo que subí las escaleras de inmediato.

—¿Lizy…?

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—26 de diciembre, año 2027.

Tacho de nuevo el calendario, pero ésta vez presionando más la punta del marcador.

Mientras espero en el coche a que el semáforo me permita llegar a Dross, deslizo el dedo índice en la pantalla para seleccionar la dirección a la cafetería.

Las luces se iluminan con un vívido color verde, y dejan que mi camino por el asfalto continúe. Pero, al pasar de los segundos, mis palmas comienzan a resbalar por todo el volante.

—¡¿Qué cojones?!. —Lo sujeto con fuerza para estabilizarlo, fallando en el intento—. ¡Joder!

Estaciono el coche en medio de la carretera y llevo mis manos al rostro, dándome cuenta enseguida de sus frenéticos movimientos. <<¿Qué mierda me pasa?>>.

Temiendo sufrir lo mismo y llegar tarde, decido bajarme e Ir a pie.

—¡Por fin! —exclamo, deteniéndome unos metros antes del restaurante.

La fachada del edificio es bastante agradable. <<No me imaginaba un lugar como éste>, las mesas y el resto del mobiliario se encuentran al aire libre. Las vallas media-altas que lo rodean están hechas de metal, con un leve tono marrón.

Llegando a la recepción, una joven con uniforme me aborda y escolta con gentileza. A medida que avanzamos entre las mesas y las esculturas de piedra, las voces del resto de los clientes se distorsionar, haciendo que sus pláticas cotidianas se tornen en un mute total.

—Disfruten de su estancia —sonríe, antes retirarse.

Dross eleva ligeramente una de sus cejas y me observa de arriba a abajo, mientras sujeta una taza humeante frente a su boca.

—¿Me llamaste solo para que te vea plantado ahí, toda la mañana?. —Deja la taza sobre la mesa.

—Claro que no, tío —río, cogiendo la silla para sentarme—. ¿Pero, por qué éste lugar? —agrego, colocando mis manos enfrente.

—¿Qué, muy desabrido para ti?

—No. Yo diría bastante hipster, para alguien de tu edad…

—A diferencia de celebridades como tú, yo no acostumbro a derrochar en idioteces —sonríe, acercándose.

—No digas chorradas, tío. No me compares con ellos. Solo lo decía como un cumplido.

—Gracias, me acabas de quitar veinte años de encima.

Ablanda su absorbente mirada seria, al pasear sus ojos en mi sudadera y enseguida posarlos sobre los míos.

—Olvídalo —susurro, apretando mis manos entre sí y desviando la atención a las vallas traseras—. Creí que por llamarte, me mandarías la dirección de un matadero.

Mis tímpanos retumban al recordar su: ≤≤¡¡COÑO DE LA MADRE, MARICO, NO JODA!!>>.

—Es buena idea… —Regreso la vista, observando cómo se baten las hebras de su brillante y suave cabellera al alejarse.

—Sigues conservando el mismo número de hace doce años, ¿por qué?

Suspira con pesadez mientras coge un mechón frente a su ojo derecho, para colocarlo detrás de la oreja.

—Porque alguien importante que no veo hace mucho, podría llamar.

Su expresión se torna triste, antes de desviar la mirada a otra mesa.

—Pero, tú lo cambiaste hace siete años.

—…

Mis manos comienzan a temblar y las arrastro despacio, hasta tenerlas bajo la mesa.

—¿Dime, por qué me llamaste?

—Es Lizy…

💚Se mí Pambisito💚 (DalasxDross)[Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora