Bitácoras surge como una iniciativa con el objetivo de impulsar la creatividad entre los más jóvenes, utilizando a la literatura como disparador.
El proyecto se estructura bajo la analogía de la lectura como un viaje: a través de ella podemos conoce...
Hace muchos años vivo en una cueva escondida de la tribu Tempusder, los cuales son habitantes de este lugar. Si me preguntan cómo llegue hasta acá no sabría responder porque ni yo sé cómo llegue a este lugar. Lo único que puedo recordar es mi nombre, el cual es Delfina. Lo demás son todos recuerdos que debes en cuando pasan por mi cabeza pero de todos esos no sé cuáles son reales.
A veces me pongo mal por no recordar nada, pero intento distraerme en algo interesante y así no estar triste. Algo que me gusta hacer en la isla es investigar sobre misterios que nunca han podido ser resueltos en este lugar.
La primera vez que abrí mis ojos luego de un tiempo en esta isla, a la primera persona que vi fue a un pequeño niño que formaba parte de la tribu, quien se acercó al sitio en el que yo estaba. El me pregunto si era otro Dios importante en el mundo, pero yo no comprendía nada así que decidí charlar unos segundos más con él. Le consulte porque me había hecho esa pregunta; él me comento que en su tribu había un Dios líder para ellos, quien los protegía de cualquier peligro, les ayudaba a conseguir alimentos y les daba todo lo que necesitaban para que ellos estuviesen bien ya que eran las únicas personas que habían sobrevivido en el mundo, pero a cambio la tribu le brindaba todas sus ofrendas, que eso al parecer es lo que más le importaba tener a su Dios.
Yo quede impactada en ese momento porque sabía que había muchas personas vivas en muchos lugares distintos, es decir, sabía que eso era mentira pero decidí no decirle la verdad al nene y dejarlo que vuelva tranquilo con su tribu. Ahí me di cuenta que el líder de la tribu prefería decirles a todos que eran los únicos sobrevivientes y así conseguir y tener ofrendas que ellos le daban
Al terminar de charlar con el niño lo único que le pedí es que no dijera que me había visto, y desde ese momento empecé a caminar varios días y así encontré una cueva segura para que nadie me pudiera encontrar.
Pasados los días, decidí investigar más sobre esa tribu tan extraña. Así que camine...camine...camine hasta poder llegar allí. Al llegar me escondí detrás de unos arbustos para poder ver lo que hacían o lo que hablaban para poder saber más de ellos porque me parecía muy interesante ayudarlos y que sepan sobre la mentira que les dijo su líder. Esta investigación la realice varios días porque era muy complicado hablar con uno de ellos ya que era muy extraño que otra persona llegara a ese lugar.
El quinto día que fui, el pequeño nene con el que hable días anteriores, me reconoció y se acercó a los arbustos, muy callado para que nadie lo vea conmigo. Pero no funciono, porque el líder vio algo extraño y se acercó para ver que estaba sucediendo. El nene se fue y el líder me pidió hablar en privado conmigo unos minutos.
Él me dijo que cómo había llegado hasta ahí y yo le comente que caminando varias horas encontré este lugar en el que todos estaban viviendo. En ese momento yo aproveche y le pregunte que por qué le había mentido a todas esas amables personas, el me contesto que necesitaba decirles esa mentira para poder conseguir lo que él quería.
Yo de inmediato le dije, que es lo que él quería y él me dijo que quería realizar un viaje con todo el oro que la tribu le había dado. Pero me dijo que quería una persona para que lo ayudara a armar su barco y así poder irse. Yo le propuse un trato el cual era; dejarme decirle la verdad a toda la tribu y dejarlos que sean libres y poder recorrer muchos más lugares y a cambio yo le iba a ayudar a construir su barco pero además podía acompañarlo y servirle en lo que el necesite. El acepto la propuesta porque dijo que iba a necesitar esa ayuda.
Unos días después, ordene mis pertenencias y partí hacia donde estaba la tribu y contarles la verdad para poder construir el barco e irme a otro lugar. Cuando llegue reuní a todas las personas y procedí a decirles:
- Su líder, les mintió por mucho tiempo, él les dijo que son las únicas personas que viven en el mundo pero no es así porque hay muchísimas personas en lugares distintos las cuales viven como ustedes y son iguales a todos ustedes y sería muy lindo poder conocer a otra gente y otros lugares además de este. Ahora ustedes deciden que hacer, son libres y tienen derecho a viajar o si prefieren quedarse a vivir acá también pueden. Pero ya su líder no va a estar más acá, él va a viajar para cumplir otros objetivos.
Así fue como yo les dije la verdad a todas esas personas que habían vivido por mucho tiempo dentro de una mentira que su líder les había dicho. Ahora llegó mi momento de cumplir el trato, ayudar a armar el barco para viajar junto al líder. Pasaron muchos meses, pero al final terminamos.
Ahora si llego el momento de partir, muchas personas de la tribu pidieron viajar junto a nosotros para conocer más lugares así que el viaje fue más divertido e interesante. Y yo cumplí mi objetivo; viajar y resolver misterios nunca resueltos.
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