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Regresamos vivos y por milagro, todo gracias a ti, claro que nos regañaste por las heridas que llevamos, pero aún así demostraste una sonrisa bastante tranquila al saber que seguíamos vivos, tu mano tocó la mía para vendarme, nada se comparó al calor que tu mano me había transmitido, nada, es como si... Como si el mundo diera vueltas alrededor de mi.
Mi mejor amigo al notar esto, sonrió con malicia a tu espalda dejándome en claro el significado, cosa que de inmediato aumentó el sonrojo que cubría mis mejillas.
─── Shisui, no vuelvas a hacerte daño.
Dijiste tan calmada pero al mismo tiempo en regaño, habías terminado de vendar mi mano y nisiquiera me había dado cuenta, pues tenía la mano estirada como idiota hacia ti, pero al darme cuenta simplemente asentí bajandola, el brillo en tus ojos era tan único, y tu cabello rojo tan bonito...
─── Que cabello tan bonito...
Dije sin pensarlo, y volviste a sonreír hacia mi, susurrando un ligero "Gracias" Pero tu sonrisa fue suficiente para mi.
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