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Lysa

—No esperaba tu visita— le dijo Edwing a Heder.

—Yo menos pero aquí estamos. Ya está dormido, casi despertará ¿Que harás con ellos ahora?

—Deshacerme de ellos de la manera más efectiva —suspiró— luego tendré la libertad necesaria para reclamar lo que es mío.

—¿Qué opinas de ella? Es guapa.

—Seguramente ya está usada, no la necesito. O acaso tú...

—No, no. Para nada— le cortó.

—Bien ¿Qué esperamos? Acabemos con esto de una vez, separalos a ambos. Quiero que haya la distancia suficiente como para que puedan verse morir.

Soltó una ruidosa y repugnante carcajada.

Hasta donde mis oídos me permitían escuchar oí que dijo que moriríamos, sentía miedo aún estando los suficiente segura de que eso no iba a pasar.

No aprendí a pelear ni a manejar armas para morir a manos de una porquería como él. No me prepararon para esto. Growler no lo quizo de esta forma.

Cargó su pistola y me apuntó.

—¿Qué dices? ¿Algunas palabras al público?

Negué.

—¿Una despedida?

Negué otra vez.

—Eres tú quien debería de hacerlo— le dije.

Mi mamá me había dicho que no sea respondona pero esta vez era necesario, este tipo no se merecía mi silencio. Tan guapo y plenamente cretino.

Me dió un golpe fuerte en el costado con su pierna, había tardado mucho en hacerlo.

Me hizo gruñir y tardé en reponerme pero luego retomé mi postura.

—Se está agotando mi tiempo y tu mafiosito va a despertar.

Me apuntó una vez más, no creí qué iba en serio esa vez.

Y lo hizo.

Cuando pensé que la bala iba a impactar contra mí, me equivoqué.

—¡No!— gritó una voz a lo lejos que provino de uno de los tanques de atrás, era Samuel.

—¿Qué diablos?

Cuando miré hacia él frente Heder estaba tendida frente a mí. La bala había impactado sobre ella en lugar de mí.

La reacción de todos era la misma, estabamos en shock.

Edwing iba a escapar pero Samuel le disparó y cuando estuvo más cerca piso su mano provocándole dolor y que él arma se desplazara asegurando que no estaba cargada. Aún no estaba muerto pero sí herido.

Los gruñidos de Axel se hicieron notar cuando empezó a moverse pero yo no podía reaccionar.

¿Por qué ella se interpuso? ¿Acaso no nos traicionó?

¿Qué está pasando?

—Debemos llevarla, ¡Debemos llevarla!

Samuel entró en pánico.

Levantó a Heder de encima de mí con prisa y corrí a liberar a Axel.

—¿Estás bien? ¿Te encuentras bien?

Asentí repetidas veces.
Estábamos juntos otra vez. Derramé algunas lágrimas, él las limpió por mí y me besó.

Necesitaba esto.

—Lo siento mucho, de verdad. Lo siento tanto como no te imaginas, no quería arrastrarte a esto.

—No te preocupes— examiné su rostro otra vez, guardando sus rasgos y uniéndolos con los demás momentos vividos con él en mi memoria— Es momento de irnos— pegué mi frente junto a la suya— Samuel nos necesita.

Salimos del lugar de manera rápida, había un auto afuera, era el mismo en el que habiamos llegado, suponíamos que Samuel se había ido.

Mientras Axel manejaba con mucha velocidad por aquellas carreteras oscuras me informó donde iríamos. Ellos tienen un lugar lo suficiente cómodo para estar a salvo por cierto tiempo. Justo ahora quien me preocupa es Heder.

Ella salvó mi vida, no creo que yo hubiera recargado las fuerzas suficientes para poder sobrevivir a un disparo.

—¿Crees que podrán llegar a tiempo?— pregunté mientras apretaba su mano libre.

Asintió.

—Heder sabe de un doctor que vive por las afueras, si sigue estable probablemente le haya dicho y Samuel la haya llevado allá.

Ojalá sí.

Sentía más miedo después de lo que sucedió que en el mismo momento.

—¿Y tu primo?

—La bala había impactado sobre su costado, no sobreviviría, tampoco tendría a quien recurrir en cuestión de hora estuviera desangrado.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Jugando con nuestra suerte.

Me miró e hizo un intento de sonrisa.

—No creo que tengamos.

—Solo descansa, preciosa.

Intenté relajarme en el sillón del copiloto mientras sentía las caricias que me brindaba en la palma de mi mano y me quedé dormida.

Es brillante como casi la noche se nos arruina por completo.

Axel

Al pasar de las horas durante el camino, me concentraba en mis pensamientos y en la  chica dormida que se encontraba a mi lado,  es como si se robara toda mi atención con solo pestañear, de imaginar que estuvo apunto de sucederle algo siento culpabilidad.

No sabría perdonarmelo.

Verla tan relajada recostada sobre ese incómodo asiento la hace lucir totalmente frágil, ingenua y libre de pecados pero desde que despierta es como si aquella imagen abandonó su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos pero no dejaba de parecerme especial.

No sabía que podía decir tanto pero me resulta imposible no pensarla todo él tiempo, sus recuerdos siempre me sorprenden desde el más pequeño espacio de mi memoria, tanto que a veces se me escapa algún suspiro o una corta risa.

Me siento totalmente derrumbado por ella.

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Hey, espero que les haya gustado el capítulo. Agradezco todo su amor, ¡ya llegamos a 4k! y realmente estoy muy feliz.


¡Ya saben que deben cuidarse! Besos y abrazos ❤

¿Amor Mafioso? No Lo Creo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora