Dark Paradise ||Louis Tomlinson||

Capítulo 7

Fuego en un circulo me tenía rodeada. Todo se quemaba a mi alrededor, de un momento a otro el círculo desaparecía y yo corría buscando a alguien, pero no recuerdo quién era.

Sigue mi voz, solo tú puedes buscarme.

-¿Dónde estás?

Tienes que encontrarme.

-¿James?

Vamos amor, sabes muy bien que James está muerto.

-¿Quién eres?

Sigue mi voz

De repente me encontraba cayendo.

Desperté con el corazón en la garganta, sudando y respirando con dificultad. Me levanté y caminé al baño. Al mirarme en el espejo tenía la marca de un beso en mi frente, casi como un moretón. Era visible a simple vista, como cuando mi madre dejaba su lápiz labial en mi mejilla. Traté de tocarlo pero dolía. Mi celular sonó

«Zayn.

»Espero que estés lista. Paso por ti en diez minutos.

«¿A dónde vamos?

»A buscar más respuestas. Escogí el Lunes para faltar al colegio.

«No te lo perdonaré. -Sonreí.

»Yo sé que si. No tardes.

Colgué y caminé de nuevo al baño. Al abrir la puerta el chico de ojos azules estaba ahí.

-Dios mío. -Exclamé.

-Se toca antes de abrir.

-No sabía que... olvidalo.

Tomé valor y lo atravesé. Mala idea. Caí al suelo sintiendo mi corazón dejar de latir por un momento.

-¡Maldición!

Lo escuché gritar.

-¡¿Qué fue eso?!

-Nunca, nunca debes hacer eso.

-Pensaba esquivarte, no Atravesarte.

-No importa, ven aquí.

Me cargó con sus brazos fuertes y fríos. Era mucho más de lo que pensé. Podía tocarlo, era la primera vez que lo hacía.

-Podrás hacerlo más seguido si deseas.

-¿De qué hablas?

-Tocarme.

Mordí mi labio ante su sonrisa.

-En serio, te detesto.

-No creo que sea buena idea que vayas con Zayn.

-¿Cómo?... Iré quieras o no. No necesito que me digas qué hacer.

-No vayas. Podría ser peligroso investigar más, te lo había prohibido.

Su tono de voz era suave y tranquilo. ¿Se preocupaba por mí? Una parte dentro deseaba que así fuera.

-No hermosa, es diferente que me preocupe verdaderamente por ti a que me preocupe por que tú tienes lo que quiero.

-Deja de ver dentro de mi cabeza.

-Cómo tú desees.

Bajé la mirada.