Llaves y misterios en Livook Town

Capítulo 2: El salón misterioso

     Raymond abrió la puerta y se encontró con un salón que nunca antes había visto. Tenía tubos de ensayo, ¿reglas sin marcas? ¿maniquíes desmembrados? Raymond se asustó y decidió ir a la oficina del director Collins y preguntarle que era todo eso. En el camino se encontró a la limpiadora de la escuela, la cual le preguntó:

     -Raymond, ¿que hacías ahí?

     -Nada, solo fui a buscar un libro...-

Raymond salió corriendo lo más rápido que pudo hacia la oficina del director, no quería que nada más lo interrumpiera. Al llegar tocó la puerta tres veces y el director dijo:

     -Pase

     -Director, acompáñeme...

     -¿Qué pasó Raymond?

     -Ya verá director Collins

Raymond lo llevo hasta ese misterioso salón, el director se sorprendió y le dijo:

     -¿Para que me trajiste hasta aquí?

     -¿Que es este salón?

     -Es el viejo salón de... de... química... ¿no te acuerdas Raymond?

     -No, realmente no me acuerdo de que este haya sido el salón de química...

     -No lo recordarás, pero si lo era.

     -Si usted lo dice director... pero una pregunta, ¿por qué hay reglas sin marcas?

     -Habrán venido falladas...

     -¿Falladas? ¿y los maniquíes desmembrados?

    -Los rompieron... los... los niños, por eso dejamos de usar este salón, porque lo niños destrozaban todo...

     -¿Y todo este tiene algo que ver con que la escuela sea tan carenciada?

     -No... si la escuela no es carenciada, ¿de donde sacaste esa locura Raymond?

    -No es ninguna locura director, hasta tuvieron que cerrar la biblioteca porque no había dinero para contratar un bibliotecario -suena el timbre-

     -Ya sonó el timbre, ve a tu clase Raymond

     -Esta bien, volveré a mi clase...-

Llegó 5 minutos tarde, la maestra al verlo le preguntó porque había tardado en llegar a lo que Raymond le respondió:

     -Perdón maestra, estaba hablando con el director

     -¿Por qué estabas hablando con el director? ¿Qué hiciste?

     -No hice nada, solo le estaba preguntando unas cosas

     -Esta bien, siéntate, arriba de tu mesa tienes un trabajo de matemática

Se sentó y empezó a hacer su trabajo.

     La maestra al rato, pasó por los bancos y vio como iban sus alumnos. Al pasar por el asiento de Raymond, vio que no había hecho nada, su hoja estaba en blanco, era muy raro que el no pudiera hacer su trabajo.

     -Raymond, ¿por qué tienes tu hoja en blanco? Raymond. ¡¡¡Raymond!!!

     -¿Qué? ¿qué pasó?

     -¿Por qué tu hoja está en blanco?

     -Perdóneme señorita, estaba distraído.

     -¿Distraído? haz tu trabajo que se acaba el tiempo.

     -Esta bien.-

Raymond leyó la propuesta y por fín empezó a hacer el trabajo. Logró terminarlo justo antes de que sonara el timbre de salida.

     Al llegar a su casa tocó la puerta y como todos los días, sus padres, Mary y Paul le abrieron la puerta y le dieron un fuerte abrazo. Raymond no mostro tanta alegría como siempre. Sus padres lo notaron e inmediatamente le preguntaron:

     -Hola hijo, ¿que pasó? ¿estas triste?

     -Hola, no paso nada, solo tengo intriga de que oculta el director de la escuela.

     -¿Por que dices eso?

     -Porque le pedí la llave de la biblioteca al director para leer un libro y cuando estaba llegando a la misma me encontré con una puerta misteriosa que decía ''Prohibido pasar'' la cual nunca había visto, al entrar vi que era un salón con tubos de ensayo, reglas sin marcas que según el director vinieron falladas y maniquíes desmembrados que según él los habían roto los niños y esa fué una de las razones por la cual se decidió, hace muchos años, que no se estudiara más química. El director me dijo además que ese era el antiguo salón de química pero yo no le creo, para mí hay algo detras de todo esto.

     -¿Quieres nuestra ayuda para poder conseguir información?

     -Esta bien, todo lo que sepan sobre ese salón diganmelo, ¿esta bien?

     -No hay problema hijo, estamos para lo que necesites.

     -Muchas gracias, los quiero.

     -Y nosotros a ti.-

Raymond confiaba en que sus padres pudieran recolectar información, además de que de chicos habían ido los 2 a esa escuela, entonces quiza sabrian a quien preguntarle en la escuela lo que facilitaria mucho mas las cosas. Aunque unos años despues de que salieran de la escuela despidieron a muchos empleados y solo quedaron 1 o 2 hasta la generación de Raymond.

    Merendó y luego acompañó a sus padres al supermercado. Las filas para pagar eran tan largas que pasaron 2 horas metidos en la tienda. Cuando volvieron a casa ya era hora de cenar y luego de cenar todos a dormir. Cuando terminaron de cenar Paul le dijo a Raymond:

     -Voy a buscar en internet haber si encuentro algo sobre ese salón hijo.

     -Esta bien papá, muchas gracias, pero no te quedas mucho rato despierto solo para ayudarme.

     -Por tí haría lo que sea, si tu eres mi hijo.-

Ray (así le decían cariñosamente sus abuelos) y Mary se fueron a dormir mientras que Paul seguía intentando recolectar información para Raymond. Buscó, buscó y buscó durante 1 hora y cuando estaba a punto de dejar de buscar para irse a dormir encontró algo que a Raymond de seguro le interesaría y mucho.