Capítulo Diez

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Ellen~

- Querida, te buscan. Es Ed.

*Edward...* Pensaba con cierto cansancio.

Bajó con pesadez las escaleras. Recién se había levantado. Era sábado en la mañana, aún muy temprano.

- Hola, Ed.

- Hola, amor.

Se saludaron ante la mirada expectante de la señora West, con un corto beso en los labios, luego se dirigieron al jardín trasero, en donde se encontraba la piscina.

- ¿Qué quieres, Edward?

- ¿No puedo visitar a mi novia, un sábado por la mañana?

- No, no a las 7 am. Dime qué quieres.

- Está bien. Quiero la primera parte del trato.

- Bien, déjame ir por mi chequera.

- No, no esa parte. La otra parte del trato.

- Collins, no pensé que estuvieras tan desesperado. ¿Hace cuánto estás inactivo?

Ellen soltó una pequeña risa y Edward la fulminó con la mirada.

- Yo no soy Tom, conmigo tus burlas estúpidas no van.

- Y yo no soy cualquiera, así que no te alteres. Aquí quien pone las condiciones soy yo.

- Te veo esta noche, amorcito. Te mando la dirección por mensaje.

Dicho esto, salió por el mismo camino que utilizó para entrar y se perdió de la vista de Ellen.

Luego de esa platica un tanto irritable, el día transcurrió con "normalidad". Junto a los gemelos se la pasó gran parte del tiempo jugando y riendo, disfrutando de su primer fin de semana luego de haber iniciado formalmente su último año de bachillerato.

- James, basta. Es la tercera vez que me arrojas a la piscina.

- Ok, solo porque ya me cansé.

Se fueron a cambiar y una vez listos bajaron a comer.

Al terminar decidieron ver "Monster Inc." a los tres les encantaba esa película.

Solo que Ellen no dejó de pensar en que ese mismo día, por la noche, pagaría una deuda. La cual formaba parte de lo que ahora le parecía el peor plan del mundo.

Si tan solo hubiese dejado el plan tal y como lo habían ideado desde el principio. Pero claro, ella no estaba dispuesta a besar a uno de sus mejores amigos, menos a uno que casi era su hermano.

- ¿En qué tanto piensas, El?

- En que adoro estar con ustedes viendo películas infantiles.

- Lo sé, James y yo pensamos lo mismo, -el antes nombrado asintió como respuesta a su gemelo- ¿Lo ves?

No se dijo ninguna otra palabra hasta que las luces del salón se encendieron avisando el fin de la película.

- Gatito.

- Oh, Jamie. Me harás llorar.

- Tranquila, Sofía.

- Calla, tonto. Si mi padre te escucha decirme así hará que te regreses a Francia hoy mismo.

- Está bien, me callo. Pero así quería tu abuela que te llamaras.

*

Al anochecer, con los gemelos entretenidos en un partido de fútbol y sus padres cenando fuera, Ellen aprovechó para escabullirse e ir a su encuentro con Edward Collins.

*What Is Love?*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora